Junto con lamentar la muerte de los cuatro adultos y dos menores de edad brasileños que fallecieron por inhalar monóxido de carbono en Santiago Centro, desde la aplicación Airbnb (donde se ofrecía el hospedaje) se declaró que "los incidentes negativos son extremadamente raros".

Por lo mismo, se señala en un comunicado, que "Airbnb se hará cargo de los costos de la repatriación de los cuerpos. Estamos ofreciendo a la familia nuestro apoyo total".

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También enfatizaron que "la seguridad de huéspedes y anfitriones es nuestra prioridad" y que "trabajamos constantemente para mejorar la platadorma (...) incluso un accidente es demasiado".

Junto con eso, informaron que "tenemos un programa que entrega detectores de humo y monóxido de carbono de manera gratuita a los anfitriones que lo soliciten". 

"Mientras que es imposible eliminar todos los riesgos a la hora de viajar, nuestro equipo global trabaja intensamente todos los días para colaborar con que nuestra comunidad tenga una experiencia positiva y segura", plantearon.

El grupo de víctimas está compuesto por dos adultos junto a sus hijos menores de edad quienes viajaron a Chile junto a dos amigos de la familia para celebrar el cumpleaños número 15 de uno de los adolescentes. Una prima de la familia explicó a un medio brasileño que el viaje lo habían planificado hace al menos un año y arrendaron el departamento por Internet.

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