El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decretó, este jueves, la medida cautelar de arresto domiciliario para el carabinero que fue grabado pidiendo un soborno a una pareja de hombres que estaban en un auto, a cambio de no cursar una multa.
El cabo Rivas, como fue identificado en el video difundido, fue detenido el mismo miércoles cuando ocurrieron los hechos y fue acusado por el Ministerio Público de cohecho. Deberá estar con la medida cautelar impuesta al menos los 70 días que dure la investigación.
En el registro se ve que Rivas llega a un auto estacionado donde había dos hombres y les pregunta en qué andan. Mientras el copiloto graba el uniformado descubre que los sujetos hacían servicio de encomienda y los emplaza de inmediato: "¿Qué andan haciendo? ¿Encomienda? Yo estoy aquí todo el día, seamos amigos, ¿cuánto tení?", pregunta.
Tras un breve diálogo, en el que el policía intenta negociar con los hombres quienes habrían estado sin los documentos del auto, uno de los hombres le dice a Rivas que está grabando y le advierte que difundirá el registro.
"El actuar del funcionario policial no se enmarcó dentro de los procedimientos establecidos, principalmente porque no estaba dentro de una situación investigativa instruida por la fiscalía -como lo planteó la teoría de la defensa- en el sentido que el imputado habría tratado de descubrir que el denunciante y su acompañante se aprestaban a entregar encomiendas con contenido ilícito a personas en algunos de los centros de detención cercanos al lugar”, manifestó el tribunal.
“Entiende el tribunal que la policía no se encuentra facultada para realizar diligencias autónomas y por tanto ese actuar no se encuentra justificado en ninguna normativa legal vigente”, se agregó en la audiencia.
La fiscalía acusó que este miércoles, en la intersección de Avenida Pedro Montt con Luis Cousiño, en los alrededores del Centro de Justicia de Santiago, el funcionario de Carabineros perteneciente a la 3° Comisaría de Santiago, fiscalizó un vehículo, haciéndole presente al conductor y a su acompañante que estaba mal estacionado, exigiendo la suma de 30 mil pesos a cambio de no cursarles una infracción de tránsito.