La crisis del coronavirus ha empujado al sistema de salud de Chile "muy cerca del límite", según advirtió el domingo el presidente del país, Sebastián Piñera.

"Somos muy conscientes de que el sistema de salud está muy exigido, muy demandado, muy estresado", reconoció el mandatario, consciente del fuerte aumento de casos en los últimos días.

El Ministerio de Salud informó que en la última jornada -24 de mayo- se registraron 3.709 nuevos casos, por lo que el balance total de contagios subió a 69.102. El número de muertos llegó a 718.

Las autoridades reportaron también que hay más de un millar de personas hospitalizadas por la pandemia en todo el país y que la mayor cantidad de contagios de lejos continúa concentrándose en la capital, Santiago, que está bajo una estricta cuarentena.

Cerca del límite

Chile registró los primeros casos de coronavirus a inicios de marzo y superó los 50.000 contagios a mediados de esta semana.

"Estamos muy cerca del límite, porque hemos tenido un incremento muy grande en las necesidades y demandas de atención médica, y en camas de unidades de cuidados intensivos y respiradores"; declaró Piñera en la inauguración de un nuevo hospital de campaña en Santiago.

El país sudamericano, con más de 18 millones de habitantes, decretó cuarentenas obligatorias en la capital y otras ciudades del país que afectan a más de un tercio de su población, muy concentrada en el área metropolitana.

En los últimos días ha habido protestas por estas restricciones en Santiago, donde ha habido choques entre manifestantes y la policía por la falta de alimentos durante la cuarentena.

Durante el fin de semana, el gobierno anunció que adelantará el pago de un ingreso básico de emergencia para ayudar a la población más vulnerable por el impacto económico de la pandemia.

Cerca de 1,8 millones de personas recibirán el pago en primer lugar, explicó Piñera, y se espera que otros tres millones de personas lo reciban el 10 de junio.

La ayuda durará tres meses.

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