Un "invierno" en pleno verano.

Con estas palabras describen algunas personas en Chile la causa detrás de las fuertes lluvias que están golpeando el norte de este país y el sur de Perú, en una temporada en que ambos territorios se encuentran en temporada estival.

Las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna, en Perú, sufren fuertes precipitaciones desde el pasado jueves, que ya dejaron al menos diez muertos, 1.800 damnificados (o que han perdido bienes) y afectaron a más de 8.000 personas, según comunicó este lunes la Presidencia de ese país.

Este martes, el presidente peruano, Martín Vizcarra, declaró el estado de emergencia en 40 distritos de Arequipa por los aludes que cayeron el fin de semana.

En Chile, las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta también soportan lluvias torrenciales que dejaron al menos seis muertos y causaron grandes inundaciones y daños a las infraestructuras, según el último reporte de la Oficina Nacional de Emergencia del país publicado este martes.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, se desplazó el viernes a la provincia de El Loa en Antofagasta, una de las más afectadas por las lluvias, y la declaró como "zona de catástrofe".

El "invierno" que desata estos desastres recibe el nombre de "altiplánico" o "andino" (o también "boliviano", como se le dice en Chile).

Pero en realidad no se trata de un "invierno", en el sentido más esctricto de la palabra.

¿Cómo se forma?

El intenso calor del verano en el hemisferio sur, que puede oscilar entre los 35 y 40ºC en algunos lugares, permite que se acumule humedad de la Amazonía y que penetre humedad de lugares tan lejanos como el Atlántico ecuatorial hacia el centro del subcontinente.

Para que se desaten las lluvias, esta humedad debe ascender por el Altiplano (hasta los 4.000 m de altura). Pero no puede subir sola.

"Es necesario que de alguna manera el viento haga subir la humedad hasta el Altiplano", escribió el meteorólogo José Vicencio en Meteochile, blog oficial de la Dirección Meteorológica de Chile.

Este es el papel del fenómeno conocido como la Alta de Bolivia, que también ocurre por esta misma época.

Se trata de unos vientos que giran sobre este país a unos 12.000 metros de altura en sentido contrario a las agujas del reloj, y que son los que elevan la humedad hasta las alturas de los Andes.

"(La Alta de Bolivia) es el motor de las lluvias en este periodo en América del Sur", le dice a BBC Mundo Néstor Quispe, director de Pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú (Senamhi).

En este año 2019, la posición de la Alta de Bolivia le permitió ser "un excelente transportador de humedad desde el corazón de Sudamérica hacia el Altiplano chileno", afirman los meteorólogos Diego Campos y Ricardo Vásquez en el blog Meteochile en una publicación de este mes.

¿Cuál es el nombre correcto?

La razón por que este fenómeno se conoce coloquialmente como "invierno" es porque la nubosidad de esta época en el Altiplano disminuye las temperaturas diurnas, explica a BBC Mundo José Manuel Gálvez, meteorólogo investigador de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA).

Pero la denominación de "invierno" es errónea, porque cuando caen las "lluvias del altiplano", todo el hemisferio sur se encuentra en la misma estación de verano, aclara Vicencio en el blog Meteochile.

Según el meteorólogo, el nombre más adecuado serían "precipitaciones estivales o precipitaciones de verano".

Más intenso y consecuencias

Este "invierno" se registra todos los años pero con diferentes intensidades, dice José Manuel Gálvez de la NOAA.

Si son muy potentes, estas precipitaciones pueden causar inundaciones, aludes y desbordes de ríos, como ocurrió esta semana en Perú y Chile.

Según las autoridades chilenas, el "invierno altiplánico" de este año está siendo más fuerte de lo habitual.

La razón es el "calentamiento del Pacífico, que aumenta la humedad disponible para causar fuertes lluvias y para que duren más", explica Gálvez.

Como señala Quispe, del Senamhi de Perú, es necesario tener en cuenta otros dos factores: la humedad de la Amazonía y la del Pacífico, debido a corrientes cálidas del Ecuador y propias del fenómeno El Niño.

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