El carabinero imputado por haber baleado al joven malabarista Francisco Martínez en Panguipulli quedó con arresto domiciliario, según determinó el Juzgado de Garantía de la comuna de la región de Los Ríos.

El argumento principal que consideró el juzgado fue la declaración de una testigo civil que presentó la defensa del carabinero y que aseguró que el joven malabarista habría sido tomado de la mano por el funcionario policial, antes de que lo registrara el video, y en ese momento Martínez habría amenazado con sus machetes al imputado, quien en ese momento habría desenfundado su arma.

Juan González Iturriaga será investigado por los próximos 120 días por el delito de homicidio simple por la Fiscalía de Los Ríos, luego de haber efectuado seis disparos en contra de Martínez, quien hacía malabarismo en el centro de la ciudad, con machetes, y se habría negado a un control de identidad.

La fiscalía solicitó precisamente el arresto domiciliario total para González, mientras que los representantes del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y el abogado de la familia habían solicitado la prisión preventiva para el carabinero, y aseguraron que apelarán a la Corte de Apelaciones de Valdivia.

Al inicio de la formalización, el fiscal Juan Agustín Meléndez dijo que el imputado junto a otros dos funcionarios de Carabineros le solicitan la cédula de identidad a Martínez, quien "levantó una de las armas blancas que portaba intentando atacar al funcionario policial que retrocede y saca su arma de servicio (...) efectuando un disparo al suelo".

"Martínez Romero, pese al disparo efectuado, no depuso su actitud y continuó acercándose de frente al funcionario policial con las armas blancas en sus manos", relató el persecutor. 

Meléndez continuó el relato afirmando que Martínez es llamado "a dejar las armas blancas haciendo caso omiso de ello, exhibiendo las armas blancas que portaba y realizando amenazas hacia los funcionarios de Carabineros".

"El imputado realiza dos disparos más al suelo, uno de los cuales logra herir a la víctima en una de sus extremidades inferiores y el otro disparo impacta en la estructura metálica para luego la víctima abalanzarse directamente contra el imputado con un machete en cada una de sus manos", detalló. 

Con respecto al cuarto y quinto disparo, éstos impactaron "en el tercio medio del muslo derecho y en la zona fosa iliaca derecha, lugar donde la víctima mantenía un cuchillo de mango negro de hoja metálica al interior de su ropa interior. Producto del disparo recibido, Martínez Romero se desestabiliza instante en el que imputado efectúo un sexto y último disparo innecesario en la zona torácica". 

Esto fue acreditado por el juzgado, que consideró que el último disparo está fuera de las normas, aunque no los cinco previos que ejecutó González. 

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