En 2010 un niño de solo 2 años murió tras ser olvidado dentro del transporte escolar. Once años más tarde, la justicia condenó a la parvularia que transportaba al menor hacia su jardín infantil a pagar 80 millones de pesos a los padres del niño.

El niño fue recogido en las afueras de su casa en Huechuraba alrededor de las 13:15 horas del 19 de octubre de 2010, vehículo en que viajó un grupo de seis niños hasta la escuela. Cuando la conductora dejó a los niños en el recinto educacional, no se percató que uno de los más pequeños seguía adentro, en específico, en el asiento que estaba detrás de la silla del copiloto. 

A las 17:00 horas su abuelo llegó a buscarlo hasta su sala de clases, pero una de las profesoras le señaló que su nieto no había asistido ese día. 20 minutos más tarde, encontraron al menor fallecido en el vehículo de transporte, desde donde le prestaron los primeros auxilios.

Tras más de cuatro horas abandonado en el interior de un auto a cerca de 50°C, el menor estaba sin signos vitales. Esto provocó su fallecimiento aproximadamente a las 15:50 horas por asfixia debido a un edema pulmonar agudo. 

La parvularia encargada del transporte y cuidados de la víctima fue declarada como la autora del cuasidelito de homicidio por negligencia.

El pasado 1 de octubre la Corte Suprema rechazó los recursos de casación presentados en contra de la sentencia y se le ordenó a la docente indemnizar a la familia por un monto de $80 millones de pesos.

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