El comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), Arturo Merino, comentó, en la base aérea de Chacabuco—centro de operaciones de la búsqueda del accidentado C-130 Hércules chileno—que en agosto de este año se le realizó una mantención a toda la flota de aviones C-130 en Chile. 

"Efectivamente debido a un accidente que tuvo un C-130 con el desprendimiento de un ala (...) la Fuerza Aérea de Estados Unidos hizo revisión de sus aviones C-130 y determinó que había ciertas fisuras en la unión del ala con la estructura que soporta ambas alas, por lo tanto estableció una serie de órdenes técnicas", afirmó el comandante Merino.

Esto, ya que en agosto del año pasado, la institución estadounidense decidió dejar en tierra un centenar de aviones C-130 Hércules luego de detectar que uno de ellos presentaba una grieta "atípica" en la junta del ala central inferior.

Por esa razón es que la Fuerza Aérea de EE.UU.—responsable de la fabricación y mantenimiento de estos aviones—instruyó una orden técnica para que todos los operadores del mundo, como Chile, realizaran una inspección de sus modelos C-130.

Merino aseguró que "esta orden a nosotros nos llegó durante este año" y por lo tanto "se decretó de inmediato que la flota de C-130 de la Fuerza Aérea de Chile se quedara en tierra hasta que se le hiciera la inspección, cosa que se le hizo".

Lo anterior, detalló, se realizó durante el mes de agosto de este año, cuando los C-130 del país estuvieron alrededor de "dos o tres días fuera de vuelo mientras se hacía la inspección que establecía la orden técnica".

Respecto a la mantención del avión siniestrado, el comandante en jefe de la FACh aseguró que "efectivamente había tenido su mantenimiento PVM, que es un mantenimiento mayor donde se desarma el avión completo, después se arma de nuevo, y se corrigen todas las fallas".

Y agregó: "Ese mantenimiento se materializó. Los C-130 son aviones de mucha data, están operando en el mundo hace mucho tiempo y son aviones muy confiables".

De todas formas, recalcó que la parte que dice relación con la advertencia estadounidense "va a estar dentro de la investigación como corresponde". 

Merino explicó además, que los C-130 llegaron a Chile en 2015, detallando que el año de fabricación de la aeronave siniestrada fue en 1978 y contaba con alrededor de 16 mil horas de vuelo.

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