Un hombre de 56 años murió luego de haber sido baleado por un motorista en La Serena, Región de Coquimbo.
La víctima fue mortalmente herida tras una discusión en La Florida, sector alto de la ciudad del Norte Chico.
Fue durante la noche del 22 de mayo que el motociclista recorrió algunas calles de la comuna hasta llegar hasta el local de repuestos de repuestos de la víctima, ubicado en Arauco con Juan Pablo I.
En dicho lugar, afirmó que estaba buscando un tipo de aceite de motor y sostuvo una conversación con el hombre de 56 años.
La dueña del inmueble, quien le arrendaba el lugar al comerciante, los dejó solos unos instantes y fue ahí que se percibieron algunos disparos. En total, fueron seis.
Tras cometer el crimen, el sujeto abordó su motocicleta y se retiró del lugar; mientras que se motivó la concurrencia de personal de emergencia y policial para poder esclarecer detalles tras el caso.
El subprefecto José Cáceres, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de La Serena, indicó a T13 que "fue herido a bala un sujeto de 56 años de edad, que ingresa grave al Hospital de Coquimbo y posteriormente fallece".
"En este momento estamos realizando las investigaciones correspondientes", agregó, precisando que se levantarían las evidencias de cámaras de seguridad, en el sitio del suceso y que se entrevistaría al círculo cercano para poder "establecer las causas en que se produjo el hecho".
Igualmente, el subprefecto José Cáceres ratificó que "preliminarmente sabemos que la víctima habría tenido un altercado con un sujeto desconocido, quien se dio a la fuga desde este lugar".
Por lo pronto, se desconoce el paradero del atacante y se mantienen realizando las diligencias para esclarecer el caso.
La espera de los perros que alimentaba en La Serena
Luego del fallecimiento del comerciante, diversos vecinos concurrieron hasta su local para poder dejar flores, velas y mostrar su pesar por la partida.
Sin embargo, una de las situaciones que más llamó la atención de los habitantes de la zona fue la presencia de tres perritos que el comerciante habitualmente alimentaba.
De hecho, a los canes les había fabricado tres casas para que se resguardaran del frío durante la noche y les daba alimento.
Todos esos animales lo siguen esperando a las afueras del local comercial.
