La tarde de este sábado, un operativo policial en la vivienda de la jueza Irene Rodríguez, actualmente suspendida por posible responsabilidad en la liberación del sicario de José Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs” generó gran expectación en el sector.
El empresario Wilson Verdugo se encuentra en prisión preventiva tras ser sindicado como el autor intelectual del sicariato del 'Rey de Meiggs'. Para este fin, Verdugo habría contratado a tres sicarios, entre ellos, Alberto Mejía, alias Osmar Ferrer, que fue dejado en libertad por error y que se encuentra prófugo.
Fue la propia jueza Irene Rodríguez quien dictaminó la medida cautelar de prisión preventiva contra Alberto Mejía y los otros dos imputados por el homicidio de Reyes Ossa, sin embargo, Mejía quedó en libertad a menos de 24 horas de su formalización tras una cadena de errores que se están investigando para aclarar las responsabilidades del caso.
En el marco de la investigación, durante la jornada de este sábado, la Corte de Apelaciones suspendió a la jueza Rodríguez de sus funciones por el plazo de un mes, pero el cese de sus labores ha comenzado bastante turbulento.
Falsa alarma de amenaza a jueza
Fue en este contexto, que la jueza y su familia alertaron a las autoridades tras recibir una llamada que fue percibida como una posible amenaza, sin embargo, al llegar al lugar, los uniformados confirmaron que la llamada provenía de un cercano de la familia, cuya comunicación se habría interrumpido abruptamente, provocando temor.
Según explicó el comandante Francisco Galloso: “Ellos se asustaron por la situación mediática que están viviendo. Al verificar los números telefónicos, confirmamos que se trataba de un conocido que había perdido la conexión”, precisó el comandante.
Durante el procedimiento, la calle donde reside la jueza fue cercada momentáneamente para evaluar posibles riesgos, y el tránsito fue restablecido a los 20 minutos. La presencia de Carabineros y seguridad municipal en el sector provocó diversas especulaciones, incluso relacionadas con diligencias judiciales, pero fueron rápidamente desmentidas por la policía.
Galloso añadió que la confusión fue provocada por un sonido extraño en la llamada, que se cortó súbitamente, generando alarma: “No se puede definir bien lo que se escuchó, pero en el contexto que están viviendo, se asustaron”.
Finalmente, se informó que Carabineros y seguridad municipal continuarán realizando patrullajes preventivos en el domicilio de la jueza, debido a la exposición pública que ha tenido tras la polémica resolución judicial que permitió la salida del sicario.