Rodeada de adultos mayores de la ciudad de Concepción que celebraban haber “pasado agosto”, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, promulgó a principios de septiembre el proyecto de acuerdo que ratifica la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

Aunque aún no hay cifras del Censo 2017, se calcula que más de 3 millones de personas en Chile tienen más de 60 años y, como explica Camila Quinteros, fundadora de 60 y Más Consultores, nuestro país es uno de los cuatro países más envejecidos de la región junto con Argentina, Uruguay y Cuba.

“Cada vez habrá más personas que dejan sus puestos de trabajo, por lo que no está demás preguntarnos cómo hacer frente a la tan temida jubilación. Acá encontramos una paradoja, ya que por un lado la sociedad, las empresas y los empleadores  están conscientes de que las personas mayores saben cómo hacer su trabajo, conocen el funcionamiento de la organización para la que trabajan, están sanos, activos y no tienen ganas de retirarse totalmente del trabajo. Pero, por otro lado la misma sociedad, las empresas y los empleadores se esfuerzan por encantar, motivar y mantener a los millennials, los seducen con cargos de poder, les prometen que les guardarán el puesto mientras ellos estudian fuera del país o viajan por el mundo, despreciando en cierto sentido el capital humano de los trabajadores mayores”.

Por eso la relevancia de que nuestro país suscriba una Convención Interamericana de Derechos de las Personas Mayores, ya que, como aclara la otra socia de la consultora, María Paz Carvajal, “esto obligará a nuestro país a modificar diversas leyes para asegurar 26 derechos específicos de las personas mayores, tales como igualdad y no discriminación por razones de edad, trato digno en la vejez, salud, trabajo, educación, cultura, vivienda, accesibilidad, entre muchos más".

La normativa se suma a la Ley N° 21.013, que tipifica un nuevo delito de maltrato y aumenta la protección de personas en situación especial; y también a la Ley N° 20.427, que modifica la Ley 20.066 de Violencia Intrafamiliar y otros cuerpos legales, para incluir el maltrato del adulto mayor en la legislación nacional.

Para ambas socias, la convención reconoce derechos esenciales para nuestros adultos mayores y que de alguna manera tendrán que empezar a adoptar las empresas donde éstas se desempeñan, porque para 2025 uno de cada cinco chilenos superará los 60 años.

Sumado a eso, la Superintendencia de Pensiones anunció que a fines de este año se espera un nuevo récord en la cifra de pensionados -ya sea por invalidez, vejez o sobrevivencia-, el que probablemente llegará a 140 mil personas.

“Evidentemente nadie espera que las personas se eternicen en sus puestos de trabajo ni que los empleadores no contraten personas nuevas. La jubilación es una etapa que, querámoslo o no, a todos nos va a tocar en algún momento”, explica Camila Quinteros.

“Para preparar a las personas para la jubilación, debiéramos comenzar a dejar de pensar en que la jubilación y la vejez se relacionan exclusivamente con dinero. El dinero ayuda harto, pero no lo es todo. Para planificar la jubilación debiéramos comenzar a pensar en ella unos años antes y preguntarnos qué queremos hacer cuando dejemos de trabajar, cómo me quiero relacionar con mi familia, mis hijos, mis nietos. Cómo revitalizo la relación con la pareja. Cuál será el proyecto de vida que me guiará por los próximos 25 o 30 años y, para responder esas preguntas, no necesito dinero”, acota María Paz Carvajal.

La Consultora 60 y Más (www.60ymas.cl ) se dedica a acompañar a las organizaciones a enfrentar los desafíos emergentes de una sociedad longeva, ofreciendo estrategias prácticas e innovadoras, que permitan gestionar la edad y derribar la barrera etaria en el trabajo. 

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