Hace 30 años, los ríos como el Elqui o Copiapó contaban con el doble caudal en comparación a la actualidad. O como el caso del río Maipo, que durante julio bajaba tres veces más agua que lo que cae hoy en día.

Estos datos fueron dejados en evidencia en el balance hídrico 1985-2015 realizado por la Dirección de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, y que entrega cifras reveladoras para la zona norte y centro del país.

En casi todas las cuencas hay una importante disminución en la disponibilidad de agua, sin embargo, el caso contrario donde se registra un leve aumento es en el río Loa, ya que su caudal medio anual subió de 2,5 metros cúbicos (1985-1995) a 2,6 (2005-2015).

En el caso del río Elqui, de 20,1 metros cúbicos por segundo en la primera década, disminuyó a 10,8. Al igual que en el río Copiapó, donde la caída ha sido de 6,6 metros cúbicos por segundo en el primer período, a 2,9 en el segundo período.

De acuerdo con el ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, “una baja de esta magnitud es muchísimo”, y agregó en El Mercurio que “eso significa que si el Elqui riega unas 30 mil hectáreas, habría solo capacidad de riego para la mitad. No es que se dejen de regar, sino que hay menos agua disponible para el conjunto. Afortunadamente, los embalses suplen esta deficiencia, pero siempre que tengan agua acumulada”.

Por último, en el caso del río Maipo, emblemático y primordial para el abastecimiento de agua en la región Metropolitana, su caudal medio anual descendió de 165 metros por segundo a cerca de 127, es decir, un 23% menos entre la primera década de análisis y la segunda.

Santibáñez explicó al diario que la situación podría mejorar, ya que "por estadística deberíamos estar terminando este ciclo seco e ingresar a uno ligeramente más lluvioso", pero que esta tendencia del clima chileno se ve superpuesta a la tendencia de largo plazo que genera el cambio climático.

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