Dinamarca decidió suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca para la lucha contra el COVID-19. ¿El motivo? Los temores relacionados con la formación de coágulos sanguíneos en personas que habían sido inmunizadas con este esquema.

Aunque la Agencia Nacional de Salud de dicho país remarcó que "por el momento no se puede concluir que haya una relación entre la vacuna y los coágulos de sangre", la medida se suma a la decretada el lunes en Austria, luego de que una enfermera de 49 años falleciera pocos días después de recibir la misma vacuna, y a la anunciada en horas de este jueves de manera preventiva en Noruega y Luxemburgo.

¿Qué pasará en Chile con las vacunas de AstraZeneca?

Por el momento el Ministerio de Salud no se ha referido al tema, pero hay algunas variables que despejar. 

Si bien la vacuna de AstraZeneca fue autorizada por el ISP el pasado 27 de enero para su administración a personas de entre 18 a 55 años, no ha sido utilizada en el proceso de inmunización en Chile, que supera los 4,4 millones de personas, quienes han recibido mayoritariamente la desarrollada por el laboratorio chino Sinovac, mientras que 400 mil han sido inoculados con la vacuna Pfizer. 

De hecho, tampoco existe una fecha definida para el arribo de las primeras dosis de la vacuna de AstraZeneca. Aunque en enero se hablaba de que las primeras 500 mil dosis -de un total de 4 millones comprometidas- llegaría en abril, desde el Minsal precisan que esto sería en el segundo semestre de 2021. 

¿Debiéramos preocuparnos?

El médico infectólogo Rodrigo Vergara, quien es especialista en vacunas y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, es enfático en que los coágulos o trombos “son episodios que se suelen dar, independientemente de si las personas se vacunan o no”.

“Los trombos son cuadros que suelen afectar a personas de mayor edad, que son el grueso de la población que ha sido inoculada hasta ahora con esta vacuna (y con otras). De hecho, se reportan solo 22 casos de este tipo en más de tres millones de personas a las que se les ha aplicado esta vacuna en 17 países europeos", enfatiza.

Por otro lado, el experto precisa que en Dinamarca la incidencia anual de tromboembolismo pulmonar en los años previos a la pandemia era de entre 70 y 113 casos por cada 100 mil personas de cualquier edad.

"Es decir, son episodios muy poco frecuentes pero que se suelen dar, independientemente de si las personas se vacunan o no y no se puede concluir que tenga relación con la vacuna de AstraZeneca”, agrega.

En este sentido, el experto en infectología hizo un llamado a la calma, "porque hay una sensibilidad muy especial con estos temas en la actualidad".

"Por ahora se trata de una patología que se presentó en casos muy puntuales y en la población adulta, que hasta ahora todo indica que se trataría de una coincidencia”, finaliza.

¿Cómo se diferencia de las otras vacunas disponibles en Chile?

La vacuna de Oxford y AstraZeneca utiliza una metodología de adenovirus que está inactivado –por lo cual no es contagiante ni produce enfermedad– al cual se le inyecta parte del material genético del coronavirus (SARS-CoV-2) y al inyectarse en las personas se produce una respuesta inmune.

En cambio, Pfizer utiliza un método de ARN Mensajero, que transporta la información a la parte de nuestras células donde se producirán las proteínas que crearán los anticuerpos contra el coronavirus.

Y CoronaVac utiliza la técnica tradicional de las vacunas: Esto es inyectar una parte inactiva del virus para generar anticuerpos en el paciente. 

 

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