Han pasado casi 10 años desde que Camila Vallejo presidió la FECh y lideró el movimiento universitario que cambió la agenda política de esa época.
Ahora, con 31 años, la diputada del Partido Comunista (PC) se encuentra en su segundo periodo como parlamentaria en el distrito 26 (La Florida, La Pinta, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo), donde ha enfocado su agenda en los derechos de los trabajadores y también de las mujeres.
De hecho, fue una de las impulsoras de la paridad en el órgano constituyente y la Ley Gabriela, que penaliza la violencia en el pololeo.
"La discriminación, el machismo y el abuso son cosas que vivimos todas en distinta escala en nuestra vida. Pero ahora el asunto se politizó, esa es la gran diferencia", indicó Vallejo a La Segunda, haciendo directa referencia a un tema que tiene relación con su infancia.
La parlamentaria reveló que tenía 8 años cuando estuvo a punto de ser abusada por "un amigo de la familia". "Él se acercó a mí, empezó a tocarme; me di cuenta de que eso no estaba bien y escapé. Llegué corriendo donde mi hermana mayor. Éramos chicas, yo tenía 8 y ella 9 años", expresó Vallejo a dicho medio.
Y luego agregó: "Mi hermana quiso protegerme y en un acto de valentía lo denunció a mis papás. Ahí se cortó la relación que tenían con él. Luego nos enteramos de que habían otros casos aún más graves. Eso nos marcó como familia y a mí en lo personal. Fue un episodio muy doloroso".
Sobre esta compleja experiencia, Camila dijo que salió más fuerte, ya que a esa edad "se esforzó por cambiar los estereotipos, como una forma de defenderse" y eso mismo influyó ahora en la crianza de su hija que actualmente tiene 7 años.
"Estoy siempre alerta, muy atenta a las señales: si lo pasó mal en el colegio, si no quiere ir a la guardería después de clases. Tenemos una muy buena comunicación, de mucha confianza, entonces me puede contar todo", sostuvo la diputada.
"No quiero que la Adela pase lo mismo que yo viví, aunque tampoco pretendo traspasarle inseguridades o miedos", declaró.