El Centro de Estudios de Fenómenos Aéreos Anormales (CEFAA), dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), divulgó un video grabado por la Armada de Chile, y en el que aparece lo que se ha catalogado como un FANI (Fenómeno Aéreo No Identificado), también denominado Ovni.

La grabación fue hecha el 11 de noviembre de 2014 por un helicóptero Airbus Cougar AS-532 de la Armada durante un sobrevuelo costero entre Viña del Mar y San Antonio, y la liberación del registro se conoció por una publicación de The Huffington Post.

A bordo viajaban el piloto de la aeronave, un capitán de la Armada con muchos años de experiencia en vuelo, y un técnico que estaba probando una cámara infrarroja utilizada en labores de vigilancia y reconocimiento.

El helicóptero estaba volando a unos 1.300 metros de altura. Cuando eran las 13.52 horas, y mientras grababa el terreno, el técnico observó un objeto extraño volando a la izquierda del aparato y sobre el océano.

El piloto también observó el objeto y advirtió que parecía volar a la misma velocidad y altitud que el helicóptero. El técnico dirigió la cámara al objeto y acercó con el infrarrojo para una mejor claridad.

No sabemos lo que era, pero sabemos lo que no era
General Ricardo Bermúdez, director del CEFAA

Poco después el piloto entró en contacto con dos estaciones de radar, una cercana en la costa y otra en Santiago, para informar sobre la presencia de una nave desconocida.

Ninguna de las estaciones pudo detectar el objeto en el radar, aunque sí al helicóptero.

Los controladores aéreos confirmaron que no se había notificado ningún tráfico aéreo en la zona, ya fuera civil o militar, y que tampoco había aeronaves autorizadas para volar en ese espacio aéreo.

Primera eyección de estela

El radar de a bordo tampoco fue capaz de detectar el objeto.

El piloto intentó varias veces comunicarse por radio con la presunta aeronave, y no recibió ninguna respuesta.

El técnico grabó el objeto durante nueve minutos y doce segundos, principalmente en infrarrojo (IR). Este sensor produce un video en blanco y negro en el que los tonos negro, blanco y gris están directamente relacionados con la temperatura. El IR detecta calor, y cuanto más caliente es el material que se está filmando, más oscuro aparece en la imagen.

Los oficiales detuvieron la grabación cuando tuvieron que volver a su base y el objeto, según relataron, desapareció detrás de las nubes.

La Armada envió de inmediato las imágenes al CEFAA, organismo que se hizo cargo de la investigación del hecho.

El organismo -explica el medio- cuenta con comités de expertos militares, técnicos y académicos de muchas disciplinas. Ninguno de ellos ha podido explicar qué es el objeto volador capturado en la grabación.

La agencia, continúa The Huffington Post, hace públicos los casos que investiga una vez que completa su investigación y reconoce la existencia de un FANI  (Fenómeno Aéreo No Identificado) cuando hay tal conclusión.

El medio cita al general Ricardo Bermúdez, director del CEFAA, señalando respecto al caso que: "No sabemos lo que era, pero sabemos lo que no era”.

Grabación completa

Bermúdez describió a los oficiales testigos del incidente como “profesionales altamente capacitados y con muchos años de experiencia” que no podían explicar lo que habían visto.

El piloto de la Armada declaró en un informe escrito que el objeto era una "estructura plana y alargada" con "dos focos térmicos como descargas que no coincidían con el eje del movimiento". El técnico también describió el objeto con “una forma semi-ovalada".

Objeto solo

La investigación de la CEFAA también señala que el técnico describió que el objeto descargó en dos oportunidades algún tipo de gas o líquido de alta reacción térmica.

Eso quedó registrado en la grabación (minuto 8), donde se ve la eyección de una pluma de material caliente que queda detrás del objeto mientras éste se aleja. La estela se mezcló luego con las nubes.

La CEFAA señaló en un comunicado que durante la investigación algunos analistas (extranjeros) sugirieron la hipótesis de que se trate de un avión de línea de mediano tamaño y que las estelas del elemento que se desprende, pueda ser el agua de reserva del interior del aparato, arrojado por la tripulación.  Sin embargo, meteorología afirma que ni la altitud a la que se desplazaba el objeto, ni la temperatura ambiente de ese momento, permitían tal tipo de estela de condensación.

Además, en caso de tratarse de un avión, éste habría sido visto por radares y probablemente habría respondido a las comunicaciones que intentaron los tripulantes del helicóptero.

Parte final

“El Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos, compuesto por destacados científicos, analistas y técnicos aeronáuticos luego de un extenso estudio del caso, coincidieron en catalogarlo como FANI (Fenómeno Aéreo No Identificado)”, señaló el organismo en su comunicado.

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