Ariel Wolfenson Rivas, autodenominado como "el mejor abogado de Chile", muestra una excéntrica vida a través de redes sociales, sin embargo, en su página web declara trabajar con abogados que no existen en el sistema jurídico y acumula una serie de reclamos y hasta querellas de clientes insatisfechos por su trabajo.
A más de 12 mil kilómetros de Santiago, un policía de Chequia (República Checa), con domicilio en la ciudad de Praga y más de veinticinco años de servicio, planeaba su retiro y buscaba comprar una parcela ubicada en Puerto Chacabuco, en la Región de Aysén, avaluada en 29 millones de pesos.
Reportajes T13 reveló que el policía se contactó con Wolfenson para que lo representara en los trámites correspondientes en nuestro país.
Supuesta apropiación indebida a policía checo
"Buenos días, soy de la Republica Checa y quisiera consultar si existe la posibilidad de representación por su parte en relación con la obtención del RUT, la posterior compra del terreno y la revisión de los contratos. Le agradezco de antemano su respuesta", decía el primer correo electrónico enviado.
En 24 horas, el abogado respondió: "Le adjunto una propuesta de asesoría legal y honorarios de 2.900 dólares".
Después de eso, durante un mes se compartió documentación entre el comprador, vendedor y el abogado. Se realizaron depósitos, entre ellos uno por 25 mil 600 dólares (unos 25 millones de pesos) destinado a la compra del terreno.
Posteriormente, Wolfenson informó que la transacción no iba a ser posible, porque los planos no coincidían, faltaban antecedentes y por un posible futuro conflicto medioambiental.
Ante este escenario, el policía de Chequia solicitó que le devolvieran su dinero. Esto hasta el día de hoy no sucede, por lo que se presentó una querella en contra del abogado, declarada admisible. Es el Ministerio Público quien quedó a cargo.
Este lunes, en un juzgado de garantía se someterá a debate el sobreseimiento definitivo de la causa, una acción solicitada por el propio Ariel Wolfenson.
De todas maneras, el policía checo sí pudo comprar esa parcela en Aysén, adjuntando exactamente la misma documentación que Wolfenson dijo que era insuficiente. Es ahí donde sí puede existir un delito que se llama "apropiación indebida".