El 20 de octubre, dos días después del triple crimen en La Reina, Carolina Grellet, madre de los dos adolescentes asesinados y ex esposa del fotógrafo Eduardo Cruz Coke, declaró en la investigación que hoy conmociona a todo el país. Un testimonio clave para el Ministerio Público en medio de una indagatoria que mantiene hoy tras las rejas de manera preventiva al principal sospechoso Jorge Ugalde, cuñado de su exmarido. Grellet, cuando se enteró de la tragedia, se encontraba en Bariloche.
“Una vez en el hotel, a eso de las 21:00 horas aproximadamente, comencé a llamar a Eduardo y a mis hijos, pero ninguno me contestó, razón por la cual llamé a mi hermano Jaime que vive conmigo y ahí él me comunicó que mis hijos y Eduardo estaban fallecidos. Le pregunté qué había pasado y Jaime me dijo que al parecer habían entrado a robar, pero que no se sabía mucho lo que había ocurrido”.
En medio del shock, volvió inmediatamente al país. Nunca le convenció la tesis que apuntaba a un parricidio y suicidio, lo cual -asegura- advirtió desde un comienzo al fiscal a cargo de la investigación. “Inmediatamente le señalé que no había posibilidad que así fuera, porque Eduardo amaba a sus hijos más que nadie, era el mejor padre del mundo, y que tampoco creía posible que Eduardo se quitara la vida. Él era un hombre muy alegre, con mucha energía. Amaba la vida, tenía una vocación de servicio enorme, trabajaba para la Teletón y trataba siempre con mucho cariño a todos los niños”, indicó.
Consultada por el vínculo entre Eduardo y su hermana Trinidad Cruz-Coke hoy también imputada en el caso, entregó más detalles.
"SIEMPRE FUERON MUY DÉSPOTAS Y CRUELES CON MIS HIJOS"
“Desde que conozco Eduardo, su hermana Trinidad con su esposo Iván siempre quisieron dejarlo fuera de todo, de hecho, aprovecharon mi divorcio con Eduardo para sacarlo de la sociedad familiar que tenían ellos tres, diciéndole que yo le iba a quitar todo, por lo cual cuando Trinidad e Iván, su esposo y los padres de Eduardo, crearon esa sociedad no lo incluyeron”.
Agregó: “Trinidad e Iván siempre fueron muy déspotas y crueles con mis hijos(...) Después del envenenamiento, yo por un tiempo, le prohibí a Eduardo llevar a mis hijos hasta su casa, por miedo de que les pasara algo”, aseguró haciendo referencia a un episodio ocurrido en noviembre del 2024. Y añadió: “Eduardo me llamó por teléfono diciéndome: "Carola, la Trinidad me trató de matar me envenenó, por favor ven a ayudarme", su voz era somnolienta y su estado de conciencia un poco alterado, fue como un llamado de auxilio (...) Él me contó que en la tarde había llegado (Jorge) Iván Ugalde con un postre, helado con frutilla y chubis, diciéndole que Trinidad, su esposa y hermana de Eduardo, les había mandado eso para que comieran”.
Concluyó su testimonio puntualizando que Trinidad y Jorge Iván Ugalde tenían llaves y acceso libre a la casa donde ocurrió el triple crimen.
También entregó su testimonio en la investigación, Jaime Grellet, tío de los adolescentes asesinados. Fue él quien notificó a su hermana del crimen de sus sobrinos y de Eduardo Cruz-Coke.
“Quiero agregar que la hermana de él, llamada Trinidad no tenía una relación muy buena con Eduardo. De hecho luego de que fallecieron sus padres, ella se hizo cargo de la administración económica de todas las propiedades que heredaron y por lo que sé nunca le dio dinero a Eduardo respecto a eso”.
Y agregó un nuevo antecedente que apunta al comportamiento de Trinidad Cruz- Coke y Jorge Ugalde: “Hace unos 5-6 años atrás aproximadamente, recibí un llamado de parte de mi sobrino, quien llorando me contó que Trinidad y su pareja Jorge lo habían tratado mal, burlándose de él y con garabatos, tratándolo incluso, de "cabro weón", según las mismas palabras que utilizó mi sobrino”, concluyó.