Más de 70 armas de fuego fueron incautadas en la región del Biobío. 25 de ellas fueron decomisadas en Tomé en la bodega de una vivienda y formaban parte de la herencia de una persona fallecida.

Entre los hallazgos también se encontraron granadas, las que generan un grave riesgo para población pues aún están activas y podrían utilizarse.

“Estas armas se recuperan en base a un foco investigativo que manejamos con la unidad de análisis de la Fiscalía regional. En particular lo que nos llamó la atención como investigadores fue la ubicación, una vivienda donde se encontraban 25 armas, entre ellas, fusiles, revólveres, pistolas, granadas, munición de alto calibre. Esta persona falleció hace cerca de 10 años y era una de sus hijos quien tenía conocimiento de que su padre mantenía estas armas”, explicó el inspector Joel Chaparro, de la Policía de Investigaciones de Concepción.

El resto del armamento fue encontrado en diversos lugares, entre ello, San Pedro de la Paz, cuya finalidad era ser utilizado informalmente por microtraficantes.

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