Una investigación de Reportajes T13 reveló en abril pasado la denuncia de voluntarios de la Primera Compañía de Bomberos de Algarrobo, en la región de Valparaíso, quienes acusaron que dos miembros de esa unidad comercializaban a través de las redes sociales cascos de rescate que habían sido robados a la Junta Nacional de Bomberos.

La denuncia involucraba al teniente Rolando Basualto y a Bárbara Berrueta, inspectora e hija de un alto comandante de Bomberos. El padre de esta última era uno de los mandos más altos dentro de la institución a nivel nacional.

Todo comenzó en 2022, cuando 50 cascos de rescate de la marca Sicor fueron entregados a la Primera Compañía de Bomberos de Algarrobo, aparentemente como una donación. Los voluntarios recibieron los implementos con entusiasmo, pero pronto descubrieron que no estaban siendo utilizados dentro del cuartel, sino que algunos de sus propios compañeros los vendías a través de las redes sociales.

Tal fue el alcance de la denuncia que el director de la Compañía solicitó la intervención de la unidad, lo que derivó en un importante grupo de voluntarios apartados de sus funciones, quedando el cuartel con sus puertas cerradas por este caso de corrupción.

"Prácticas graves" en Cuerpo de Bomberos de Algarrobo

Una comisión investigadora del Cuerpo de Bomberos de Algarrobo indagó estos hechos y elaboró un informe, al cual pudo acceder T13.cl, concluyendo efectivamente "la existencia de prácticas graves" al interior de la unidad.

El documento, dirigido al Presidente Nacional de Bomberos de Chile, Juan Carlos Field, establece que la comisión investigadora "ha logrado constatar, mediante evidencia testimonial y documental, la existencia de prácticas graves que comprometen el adecuado funcionamiento, la transparencia institucional y la confianza pública en el Cuerpo de Bomberos de Algarrobo".

Entre los hallazgos más relevantes que pudo constatar la comisión investigadora, ésta identificó cuatro conductas:

  • Un patrón sistemático de ocultamiento de información. 
  • Presunta apropiación indebida de bienes institucionales. 
  • Inacción reiterada ante denuncias formales. 
  • Retardo injustificado en la activación de los mecanismos disciplinarios. 

"Todo lo anterior se desarrolla en un contexto organizacional gravemente deteriorado, marcado por la pérdida de liderazgo, la fragmentación de las relaciones internas, la falta de controles administrativos y una creciente pérdida de prestigio ante la ciudadanía", indica el informe.

Junto con las graves prácticas expuestas, la comisión también presentó algunas recomendaciones para "restablecer el orden interno, recuperar la confianza pública y garantizar la correcta aplicación de los principios que rigen al voluntariado bomberil en Chile".

Estas propuestas tienen que ver con una intervención estructural del Cuerpo de Bomberos de Algarrobo, que incluya la fiscalización y reestructuración integral de la institución, una reforma normativa para fortalecer los órganos disciplinarios y la reorganización del área contable y financiera.

Antecedentes vinculados a "pérdida de materiales", "hurto" y "sustracción de equipo"

Durante el desarrollo de las diligencias investigativas, la comisión conoció además una serie de antecedentes, tres de ellos vinculados específicamente a la "pérdida de materiales institucionales", a un "hurto en el Cuartel General" y a la "sustracción de equipo por parte de excomandante".

Sobre lo primero, el informe establece que "se nos informa de la desaparición de equipos nuevos avaluados en cerca de $8 millones, almacenados en una bodega que no presentaba señales de forzamiento. No se inició investigación interna ni se presentó denuncia ante Carabineros, pese a la gravedad del hecho".

En tanto, acerca del hurto, el documento detalla que "según se informa, en 2024 se produjo un hurto de equipos por cerca de $8 millones. Las cámaras estaban fuera de servicio, no se realizó investigación ni denuncia formal, salvo una constancia. El presunto responsable fue un trabajador rentado despedido sin pruebas. Otro robo de menor cuantía también fue desestimado sin indagación".

Finalmente, acerca de la sustracción de equipo, la comisión determinó en su informe que "el excomandante Arturo Berrueta fue sorprendido por un funcionario rentado retirando una pieza de radio tras haber renunciado. La denuncia fue elevada por el comandante Carlos Flores, pero no se ha remitido al Consejo de Disciplina. El funcionario que lo denunció fue posteriormente hostigado, se le intentó rebajar el sueldo y hoy se encuentra con licencia médica, además de haber presentado denuncia en la Inspección del Trabajo".

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