El pasado 17 de diciembre Bárbara Zamora, de 30 años, asistió a un concierto en Punta Arenas junto a su pareja y una amiga donde se fracturó su pie derecho.

Al día siguiente la joven detalló a Las Últimas Noticias, que fue al Hospital Clínico de Magallanes y tras algunos exámenes médicos, lograron confirmar que el dolor que sentía era producto de una fractura que debía ser operada.

La operación se planificó para el 4 de enero de este año, momento en que Bárbara llegó al centro médico y le señaló a su doctor que “tenía una fractura en el pie derecho”.

Luego de ingresar al pabellón, Bárbara despertó y se dio cuenta que su pie derecho estaba igual y que el pie izquierdo había sido intervenido por error.

Tras hablar con una enfermera y explicarle la situación, la profesiona no habría tenido respuesta. “Con su reacción quedé más que muy nerviosa. Le avise a mi familia por WhatsApp que me habían operado el pie izquierdo, donde estaba todo bien, donde estaba sana”, dijo la joven.

Según comentó Bárbara, la única explicación que le dieron a su familia fue que ella no informó cual pie era el fracturado, pese a que le habían hecho exámenes médicos.

Tras hacer el reclamo, la mujer de 30 años afirmó que el anestesiólogo del hospital fue a verla con una carpeta “donde salía toda mi documentación y revise que la hoja del consentimiento que firme esta arrugada y rota. Fue como si alguien la hubiese querido eliminar”.

Pero esto no habría sido la única negligencia del centro médico, ya que según denunció la joven, le habrían recetado medicamentos a los que era alérgica: “Pese a que tengo un brazalete en mi brazo que lo indica, por mi seguridad, por si algún día me acurre algo”, dijo.

Horas más tarde, el subdirector y su médico tratante fueron a indicarle que la ayuda que podían darle era que se quedará hospitalizada y la volverían a operar, sin embargo “era lo mínimo que tenían que hacer liego de comer un error tan grave conmigo” dijo la joven.

El pasado 6 de enero, Bárbara Zamora regresó al hospital para entrar al pabellón y reparar la fractura en su pie derecho. “Esto no fue un error, fue una negligencia. No nos brindaron apoyo ni menos una disculpa” comentó la mujer.

La mujer de 30 años señaló al medio antes mencionado que siente rabia y “en ese momento quería llorar, pero no de pena sino de rabia” y agregó que “ahora con dos pies operados es muy difícil siquiera caminar porque ten que pisar y me arden los pies”.

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