Héctor Narváez, es un adulto mayor de 75 años, que vive en la Región de Coquimbo y que entrará a estudiar Medicina Veterinaria.

En conversación con Lun, Narváez comentó que hace unos años terminó la enseñanza media y que actualmente trabaja estacionando autos.

El año pasado, rindió la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior) y ya está matriculado para estudiar Medicina Veterinaria en la Universidad del Alba en La Serena, donde estudiará gracias a una beca.

“Si no termino la carrera, al menos quiero aprender lo suficiente para ayudar a los animalitos”, reflexionó.

La historia del adulto mayor que entrará a estudiar Veterinaria

Héctor Narváez creció en Domeyko, en la Región de Coquimbo. A los ocho años vendía pan en las calles de La Serena y posteriormente trabajó en distintos oficios hasta que finalmente decidió entrar a estudiar a la educación superior por su amor a los animales.

“Los perros se me acercan, me siguen, es como si me reconocieran. Alguna vez me dijeron que es porque tengo el ADN de ellos. Y sí, puede ser. Yo los siento como parte de mí”, aseguró.

De hecho, el adulto mayor tiene perros recogidos en la calle. Algunos de ellos son María, Guagüito y Dalilia, que padece epilepsia.

Sobre su nuevo desafío, Narváez declaró que “ojalá la luz y el sol me alumbren. Al menos voy a saber cómo darle un remedio si un perro está enfermo Los animales son nuestros hermanos, ellos no hablan, no dicen ‘me duele aquí, me duele allá’. Solo quieren cariño, amor, alguien que los atienda”

“Para mí es difícil, porque trabajo y tengo poco tiempo para estudiar. A veces almuerzo de pie, con la cuchara en la mano porque me llega un auto y tengo que salir corriendo. Y ahora a tener que ir a rendir exámenes en la universidad. Pero voy a ponerle empeño”, afirmó el adulto mayor.

De todas maneras, enfatizó que “no busco hacer dinero con esto, solo quiero aprender y ayudar a los animales. No sé si a mi edad alguien me dará trabajo, pero no es lo que me preocupa. Lo importante es hacer algo significativo con el tiempo que tengo”.

“Tengo 75, me estaría recibiendo a los 81, 82 años, y entre medio la tesis, o me puedo quedar pegado en un ramo. No busco plata con esto ¿Quién me daría trabajo a los 80 años? Nadie. Además, uno a esta edad ya tiene achaques, pero yo me cuido”, concluyó Narváez.

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