Aunque la seguridad es una de las principales preocupaciones de la sociedad chilena, el país enfrenta una crisis aún más silenciosa: la salud mental. Según datos del Ministerio de Salud, en 2024 Chile registró 1.207 homicidios consumados, equivalentes a 6 por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, los suicidios superan ampliamente estas cifras, alcanzando 10,3 casos por cada 100 mil habitantes en el mismo período.

Esta crisis de salud mental ha hecho que espacios concurridos de la capital, como el Costanera Center y el Metro de Santiago, se hayan convertido en lugares de riesgo. Solo en el centro comercial, antes de instalar barreras de seguridad en 2022, se registraron 73 intentos de suicidio, de los cuales 24 fueron consumados. La instalación de barreras, 10 años después de su inauguración, pese a que lógicamente no resuelve la crisis de salud mental, evitó nuevas tragedias y protegió a clientes y trabajadores de escenas traumáticas.

A dos años de la instalación de dichas barreras de seguridad en el centro comercial, Metro de Santiago sabe que tiene una tarea pendiente: garantizar la seguridad de sus pasajeros mediante medidas estructurales. Tras recientes incidentes en la Línea 1, incluyendo un ataque con arma blanca en la estación Franklin y varias suspensiones de servicio por personas en las vías, las autoridades reforzaron las medidas de seguridad.

El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, explicó que muchos de estos eventos son “externos a la operación del Metro”, como caídas accidentales, presencia de animales o intervenciones de terceros. No obstante, afirmó que se está trabajando para hacer del Metro un espacio seguro, aumentando la dotación de guardias y avanzando en legislación que otorgue mayores competencias a la empresa frente a emergencias.

Entre las medidas más importantes está una que va en la misma línea de Costanera Center, la instalación de puertas de andén en la Línea 1, siguiendo el modelo implementado en las Líneas 3 y 6. Estas barreras buscan prevenir accidentes, suicidios y situaciones que puedan interrumpir el servicio, mejorando la seguridad de los pasajeros y de los trabajadores.

Además de la instalación de puertas de andén, Metro implementará otras medidas preventivas inspiradas en experiencias internacionales, incluyendo un refuerzo en la fiscalización de estaciones y la colocación de señaléticas de apoyo a la salud mental, que orienten a los usuarios hacia recursos de ayuda como la línea 4141, disponible las 24 horas del día para quienes necesiten contención o asistencia profesional.

El proyecto de puertas de andén se ejecutará de manera gradual y tendrá un plazo final hasta 2028, con el primer andén operativo previsto para diciembre de 2025. La implementación por estaciones será la siguiente:

  • San Pablo, Neptuno y Pajaritos: 2025-2026

  • Las Rejas a La Moneda: 2025-2026

  • La Moneda a Pedro de Valdivia: 2026-2027

  • Los Leones a Los Dominicos: 2027-2028

Según el presidente del directorio de Metro, Guillermo Muñoz, la percepción de seguridad de los usuarios ha aumentado del 40% en 2022 al 66% en la actualidad, gracias a la mayor presencia de personal de seguridad y las medidas preventivas. Sin embargo, subrayó que los incidentes recientes no reflejan fallas operativas, sino eventos externos que requieren soluciones estructurales, como las puertas de andén.

Por su parte, el académico e ingeniero en transporte de la Universidad de Santiago, Daniel Arancibia, sostiene que la instalación de las puertas debería iniciar en las estaciones más concurridas: "Como generalmente se producen todos estos eventos en la zona céntrica de la Línea 1, el ideal es consolidar ahí primero las puertas, trabajando de noche. No en San Pablo y Neptuno como se está partiendo", aseguró.

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