Como cercano a funcionarios policiales y “formador en fundamentos básicos del disparo” a miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden, se definió Juan Pablo Ruiz, también conocido como “El Vengador”, en su declaración ante la Fiscalía en medio de la investigación por un club de tiro clandestino en Santiago al que acudían policías pero también delincuentes. 

Reportajes T13: El vengador de las armas y su polígono ilegal

Reportajes T13 pudo acceder a la declaración de Ruiz, el dueño de la empresa Prosede que ofrecía el servicio de cursos de tiro en su polígono clandestino, donde ofrecían clases algunos exmilitares venezolanos.

Ruiz dijo tener autorización del OS-10 de Carabineros como capacitador en la rama de tiro y arma. Además, aseguró capacitar a guardias de seguridad privada y haber sido parte de un servicio de escolta para el servicio de transporte de valores. 

“También realizo cursos de capacitación a funcionarios de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad, en particular los formo en los fundamentos básicos del disparo y capacitaciones más avanzadas, como disparos desde el interior de vehículos, exterior de vehículos, tiro nocturno. Yo comencé a ofrecer estos cursos después de que se produjeron varias muertes por disparos de armas de fuego a funcionarios policiales”, dijo Ruiz a la fiscalía. 

“Hace cuatro meses decidí realizar cursos gratuitos para funcionarios policiales de Carabineros y Policía de Investigaciones, pues con mi equipo de trabajo nos dimos cuenta de la necesidad de que dichos funcionarios pudieran ser capacitados, además que no tienen la posibilidad de poder entrenar en disparo (...) Por ejemplo, hace como un mes, tomó uno de mis cursos gratuitos un funcionario de Carabineros de la escolta presidencial, pues tampoco cuenta en su institución con prácticas de tiro frecuentes”, aseguró. 

21 policías sumariados por ir a polígono clandestino

Hay 21 funcionarios de Carabineros y la PDI que están siendo sumariados por participar de este polígono de tiro clandestino, mientras que hay otras cinco personas que están siendo investigadas por asociación ilícita y tráfico de armas. 

Ruiz es conocido con el apodo de “El Vengador” porque en 2017 participó de 16 detenciones ciudadanas cuando se dedicaba a moverse por Santiago en un auto con otra persona, con chaleco antibalas, balizas y sirenas. Esto le valió una condena de tres años de cárcel, que cumplió en libertad, por el delito de usurpación de funciones.

“El Vengador” dijo que también le arrendaba el espacio a José Gaete, un funcionario activo del Ejército, quien sería instructor de tiro y llevaría sus propios alumnos que generalmente serían uniformados, según la declaración.

En su declaración también contó que por sus cursos, en los que también participaron influencers, cobraba 144 mil pesos. Ruiz aseguró que también le arrendaba el polígono de tiro a la empresa de seguridad Brinks para hacer capacitaciones.

El imputado aseguró que se enteró de la investigación penal que se estaba llevando a cabo en su contra porque tiene “mucha cercanía con funcionarios policiales”, y que eso lo habría alertado para investigar sobre la ilegalidad de su actuar. 

“Como yo tenía mucha cercanía con funcionarios policiales, me comentaron que había una investigación penal. Por lo anterior, fui a la AF de Santiago a consultar qué pasaba con mi polígono de tiro, si debía realizar algo más. Me atendieron y me dijeron que desconocían la información y que debía consultar en el segundo piso de la misma 68 Comisaría de Carabineros. Me entrevisté con un coronel a cargo, no recuerdo su nombre, pero grabé la conversación y está en el teléfono que me incautaron el día de hoy”, explicó el sábado pasado Ruiz. 

“Este coronel me informó que no había un reglamento respecto de los polígonos de tiro y le hago la consulta qué va a suceder cuándo ellos me fiscalicen, y me contestó que la única forma de que me fiscalicen es si formo parte de una federación de tiro o si soy consumidor habitual de municiones. Yo le informé que tenía funcionando mi club de tiro, pero insistió que no irían a fiscalizar mientras no me encontrara en las dos situaciones que indico”, añadió.

Ruiz reconoció que utilizaba sus cinco armas inscritas para que las personas que le pagaban por el servicio practicaran tiros y dijo que “hace dos años, puede que les haya facilitado municiones calibre 9 mm., pero lo dejé de hacer hace como un año y medio cuando me comentaron que había una investigación en curso”.

 

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