Sara Ibarra, madre de la joven muerta en el Parque Safari de Rancagua tras el ataque de uno de los tigres del recinto, dijo que las labores de limpieza que realizaba la fallecida al momento del accidente no correspondían a su trabajo habitual.

En declaraciones recogidas por Las Últimas Noticias, la mamá de Catalina Torres aseguró que "ella trabajaba como guía del parque, esa era su labor. Pero esta mañana a ella y otros tres chicos los mandaron a limpiar esa jaula, sin advertirles que el tigre estaba suelto".

En esa línea, agregó que "cuando sus compañeros ingresaron no pudieron hacer nada. Entre ellos estaba su pololo".

La mujer también tuvo palabras para recordar a su hija, a quien describió como alguien que "amaba a los animales, especialmente a los felinos". Asimismo comentó que estudiaba Ingeniería en Ecoturismo pro congeló porque su primer año coincidió con la pandemia.

"Mi hija era un ser de luz, alegre, simpática y amaba a los animales. Tenía muchos amigos y era muy querida. Hacía un montón de cosas: arte circense, patinaba, hacía tela, pirueta y era monitora. Su sueño era viajar por muchos países".

Gerente dice que abrieron un candado

La versión de la madre contrasta con la de Antonio Rojas, gerente de administración y finanzas del Safari Rancagua que conversó con Bienvenidos.

Sobre cómo ocurrieron los hechos, Rojas señaló que había un grupo de trabajadores "haciendo una rutina a los portones del recinto de safari de felinos. Ese es un portón que tiene un riel y es una corredera, es un portón eléctrico".

"A estas personas de mantenimiento, que era un grupo de tres o cuatro personas, se les pidió que barrieran la gravilla que había sobre el riel para no dificultar el desplazamiento del portón", detalló.

"Por alguna razón abrieron el recinto que estaba con candado", aseveró Rojas ante la prensa.

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