Lo hemos visto en series y películas, pero ¿qué pasaría en el clima si Superman o Supergirl hicieran girar el planeta Tierra en el sentido contrario?  

Durante 2018, un grupo de científicos europeos realizó un experimento en torno a esa pregunta, demostrando que si así fuese, grandes cambios se generarían en nuestra atmósfera y clima.

En el caso de Europa, ante la presencia del anticiclón sobre el Atlántico Norte, el clima es más caluroso de lo normal por las aguas cálidas que llegan desde la corriente del Golfo directo desde el trópico. No obstante, si la Tierra rotara al revés, se daría inicio “a los hielos marinos de la zona polar” en el viejo continente.

Algunos detalles de lo que ocurriría en Chile en esta caso hipotético se describen en el sitio de la Dirección Meteorológica, “los hielos polares serían capaces de avanzar más de 2.000 Km desde su posición actual (en la figura, línea gris que dice límite actual), llegando hasta las costas de Francia (línea blanca)”.

Con esto, la temperatura media al año en Europa sería de 10°C más fría que lo normal.

En el caso de Chile, el anticiclón da estabilidad atmosférica. En tanto, los vientos van de sur a norte en la costa, lo que genera surgencia o afloramiento de agua más frías y produce poca lluvia.

Si el planeta girara en sentido contrario, en el norte chileno el flujo sería más cálido y húmedo, por lo que habría un incremento en las temperaturas entre Arica y la Región del Biobío y casi ni existiría el fenómeno de la surgencia.

“En el norte de Chile viviríamos con mínimas y máximas entre 6 y 8°C más altas que en la actualidad, lo que significaría que durante el verano las temperaturas superarían con facilidad los 30°C”, señala la indagación científica.

En el caso de las precipitaciones también incrementarían, por lo que el norte de Chile sería una zona tropical, recibiendo en promedio una cantidad de entre 100 y 200 milímetros de agua caída al mes. 

Los sistemas frontales en el país también sufrirían cambios si la Tierra girará al revés. De oeste a este, los frentes y depresiones se moverían de este a oeste, con lo que las grandes cantidades de lluvias en el sur de Chile disminuirían trasladándose hacia Argentina.

“Las simulaciones estiman que la precipitación mensual sería entre 100 y 200 mm más baja que la actualidad, convirtiendo esta área en una zona mucho más seca que en nuestra realidad”, concluye el estudio.

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