Nikita Uvarov, un joven ruso de 16 años, fue sentenciado a cinco años de cárcel por un tribunal militar tras ser increpado por cometer entrenamiento para actividades terroristas. De la misma manera, otros dos jóvenes fueron acusados de cómplices en el delito, pero finalmente fueron absueltos y recibieron sentencias suspendidas gracias a su cooperación con los investigadores.

Los tres chicos fueron detenidos en invierno del 2020 en Siberia luego de ser acusados de difundir panfletos políticos en apoyo a un matemático y anarquista de Moscú, que estaba siendo juzgado por vandalismo. En ese entonces, los jóvenes tenían 14 años.

Los policías, intervinieron los celulares de los adolescentes, y descubrieron un plan de volar en mil pedazos un edificio virtual del Servicio Federal de Seguridad Ruso (FSB) que ellos mismos habían creado en Minecraft. En los teléfonos, también encontraron videos de los adolescentes arrojando cócteles molotov a una pared y creando pirotecnia, según reportó el Moscow Times.

El joven se declaró inocente en el tribunal militar y alegó que las mismas autoridades lo presionaron para que confesara. Negó también el haber planeado estallar un edificio. “No soy un terrorista, no soy culpable”, dijo el menor de edad. Además agregó que si iba a la cárcel, lo haría “con la conciencia tranquila y con dignidad”.

De acuerdo a lo que precisa Eurogamer, el caso es parte una seguidilla sistemática en que las fuerzas de seguridad rusas atacan a adolescentes para crear un ambiente de miedo entre los jóvenes que son disidentes al gobierno.

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