El Décimo Séptimo Juzgado Civil de Santiago condenó a la empresa Buses Metropolitana a pagar una indemnización total de $75 millones a la viuda e hijos de un chofer que murió atropellado el 2013 en uno de los terminales de la empresa.

La sentencia establece la responsabilidad de la empresa por falta de medidas de seguridad, pero rebaja el monto de la indemnización al considerar que el trabajador tuvo un actuar negligente al olvidar activar los frenos del vehículo que lo arrolló y que había dejado momentos antes estacionado en un lugar con pendiente.

Según el texto judicial, el hombre identificado como Florentino Ballesteros llegó al terminal de buses Metropolitana S.A., ubicado en Vital Apoquindo, Las Condes, para estacionar la máquina.

Una vez estacionado, el chofer se bajó del bus con la intención de dirigirse a la garita que se encontraba a una distancia de 35 metros del lugar donde la máquina quedó estacionada.

Entre las características que tenía el lugar en ese año, se encuentra un camino de tierra y parte del mismo con cemento en mal estado, en pendiente y con una altura superior en que se encontraba la garita.

Mientras el hombre realizaba las gestiones de coordinación con el despachador en la garita, fue atropellado por el mismo bus que había dejado estacionado y que siguió camino hacia abajo del cerro. El chofer murió al instante tras recibir el impacto.

La sentencia sostiene que es posible concluir que en los hechos la demandada no dio cumplimiento a su deber legal de "tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores", por cuanto no contaba con un protocolo o procedimiento de seguridad para el estacionamiento de buses en el terminal.

El documento concluye que el trabajador incurrió en una omisión gravísima en el manejo de su vehículo que con posterioridad le causó la muerte, consistente en no accionar debidamente el sistema de frenos del vehículo.

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