Ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), el Presidente Sebastián Piñera se refirió a al estallido social registrado en Chile en octubre del año pasado. 

Las manifestaciones comenzaron el 18 de octubre de 2019 luego que se anunciara un alza en la tarifa del Metro de Santiago y luego derivaron en un movimiento más amplio con diversas demandas sociales apuntando a la desigualdad que existe en el país. 

"A fines del año pasado surgieron en Chile, y también en muchos otros países de nuestra región y del mundo, importantes movimientos sociales. En Chile, ciudadanos de todas las edades salieron a las calles a demandar mejores pensiones, mejor salud, mejor educación", afirmó el Mandatario.

Piñera aseveró que todas estas demandas "se venían acumulando desde hace muchas décadas. El Gobierno escuchó con atención, con sensibilidad y con un sentido de urgencia y puso en marcha una nueva agenda social". 

"Lamentablemente, y aprovechándose de estas manifestaciones, grupos minoritarios provocaron una enorme explosión de violencia con incendios, disturbios, destrucción y delincuencia que no respetaron a nada ni a nadie"

Además, el Mandatario acusó que la violencia causó "un grave daño al cuerpo y alma de Chile. En democracia no podemos tolerar ninguna forma de violencia, la violencia y las amenazas son incompatibles con una sociedad democrática". 

"Durante estos meses difíciles y violentos, mientras ejercíamos nuestro deber de restaurar el orden público y resguardar la seguridad ciudadana para lo cual recurrimos al estado de excepción que está contemplado en nuestra Constitución", contó el Presidente. 

Junto con eso, Piñera aseguró que el Gobierno "tomó todas las medidas y todas las precauciones posibles y necesarias para garantizar el respeto de los derechos humanos de todos nuestros compatriotas". 

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