Cámaras de seguridad registraron los últimos segundos del vuelo del Piper Cheyenne II, aeroambulancia que se estrelló la noche del miércoles 7 de mayo en Curacaví, en la región Metropolitana, mientras se revelan nuevos antecedentes del caso y que apuntarían a la certificación del copiloto.
Se trata de imágenes captadas alrededor de las 19:30 horas, las que muestran la magnitud del impacto, apenas 15 minutos después de que la aeronave despegara desde el Aeropuerto de Santiago con destino a Rodelillo, en la región de Valparaíso.
La avioneta cumplía funciones de ambulancia aérea y transportaba al empresario de Renca, José Luis Torres, quien regresaba a su hogar tras una cirugía. Junto a él viajaban su acompañante, un médico, una enfermera -funcionaria del SAMU-, el piloto y un copiloto.
A raíz de estas nuevas pericias, expertos señalan que las condiciones meteorológicas habrían sido un factor determinante en el siniestro.
A 3.000 metros de altitud, la temperatura bordeaba los -5°C, lo que habría provocado la formación de hielo en las alas del avión. Esta acumulación no solo aumentó el peso total de la aeronave, sino que también alteró su capacidad de sustentación.
“El hielo modifica el borde de ataque del ala, lo que impide que genere la sustentación para la que fue diseñada”, explicó un especialista consultado. Además, las condiciones incluían turbulencia, nubes cumulonimbus y visibilidad reducida, lo que habría hecho inseguro el vuelo autorizado bajo reglas visuales nocturnas.
“Dado que había que atravesar una capa de nubes sin ninguna referencia visual, no creo que hayan estado dadas las condiciones para un vuelo visual de noche”, añadió otro experto.
Copiloto sin certificación vigente tras accidente en Curacaví
Otro elemento relevante en la investigación apunta a la conformación de la tripulación.
De acuerdo con los registros del sistema informático de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el piloto Cristian Muñoz tenía la licencia vigente para operar un Piper Cheyenne II.
Sin embargo, Luis Meneses, quien figuraba como copiloto, no contaba con la certificación necesaria para volar ese modelo de avión.
Esto va en contra de la normativa vigente para operaciones de ambulancia aérea, rescate o vuelos nocturnos bajo reglas IFR (por instrumentos), que exige que ambos tripulantes estén debidamente licenciados.
“Si no está habilitado y la licencia no está vigente, no puede salir ni volar”, advirtieron expertos del sector aeronáutico.
Hasta el momento, el gerente de la empresa Coastline -operadora de la avioneta- ha evitado entregar declaraciones públicas sobre el hecho ni responder las consultas sobre la habilitación del copiloto.