Este martes en la madrugada un abogado fue secuestrado desde su casa, ubicada en la calle Galaxia, en la comuna de Maipú, región Metropolitana

Según informó el mayor de carabineros Gustavo Tapia, 25a Comisaría Maipú, "Recibimos una denuncia por parte de una persona adulta la cual habría sido víctima de un secuestro por parte de un grupo de sujetos, los cuales durante la madrugada del día de hoy, lo trasladaron hasta otro domicilio cercano".

En particular, al abogado lo amenazaron con un machete y lo llevaron hasta un domicilio ubicado en Avenida Olimpo. La víctima relató a carabineros que en el interior de ese inmueble se encontraban dos sujetos más, quienes mantenían sobre una mesa armas de fuego y drogas, quienes lo comienzan agredir con un objeto contundente propinándole diferentes golpes en su cuerpo y amenazándolo con un arma de fuego, sustrayéndole $165.000, tarjetas bancarias y dañando además su teléfono celular.

“Conforme a estos hechos y a la denuncia realizada por esta persona, se logró obtener una orden de entrada y registro del lugar donde esta persona fue retenida”, señaló el mayor Tapia.

Respecto a cómo logró huir el abogado, carabineros afirmó que ante un descuido de los sujetos, quienes se quedaron dormidos, la víctima logra huir del lugar, presentándose en el hospital para constatar lesiones y realizar la denuncia.

Maipú: El abogado fue secuestrado por un narco

El abogado, identificado como Francisco Pérez, trabajaba para un líder narco y denunció que fue víctima de un secuestro por parte de su cliente y otros sujetos en la comuna de Maipú la madrugada de este martes.

En conversación con Radio Bío Bío, Francisco relató que “me invitó (el líder narco) no sólo para ver su tema, sino también el de sus soldados. Yo me quedé ahí un par de días porque era harto trabajo. Durante la noche no sé qué pasó, se volvió loco y llegó él con otros dos sujetos que seguían órdenes”.

Y agregó que “Me llevaron al punto de venta de droga de ellos y ahí estuve todo el resto de la mañana hasta las 12:00 horas. Ellos estaban tan drogados que yo tomé la oportunidad, agarré lo que pude mío y me fui. Me robaron dinero, tarjetas, me sacaron claves y todo”.

Respecto a las labores que realizaba, el abogado comentó que “mi trabajo era defender a los que él llamaba, sus ‘perros’, sus soldados, cuando los tomaban presos. No sólo lo estuve representando en casos penales, sino que también tenía problemas con su señora y necesitaba un divorcio”.

Publicidad