El reconocido hombre de negocios y ex Canciller, Alfredo Moreno, es desde hace poco presidente del Capítulo Chileno del Consejo Empresarial Chile-Colombia de la Sofofa. Desde los 90 que viaja activamente al país cafetero, por sus inversiones personales y otras tareas empresariales, e incluso estuvo presente hace unos días en la firma del acuerdo de Paz que firmó el gobierno con las FARC en Cartagena.

Su visión económica y empresarial es la que nos guía hacia él para preguntarle cómo analiza el resultado negativo del plebiscito de este domingo. De entrada, reiteró que se siente aún muy sorprendido, pero que espera que se logre pronto un acuerdo que podría dar un nuevo impulso al desarrollo económico del país y a las inversiones que grandes firmas chilenas del retail, combustibles, salud o tecnológicas han desplegado en ese país.

“Es un resultado enormemente sorpresivo. Tuve la oportunidad de estar en la firma del acuerdo en Cartagena y las encuestas junto al ambiente que se respiraba aseguraban que el Sí iba a ganar por una distancia apreciable”, describe.

-¿El rechazo a este acuerdo de paz tiene impactos negativos inmediatos en la inversión chilena en Colombia?

-Impactos directos, inmediatos, me parece que no habrá, porque las empresas chilenas operan todas en áreas que tienen una seguridad razonable y van a seguir con una situación parecida a la que hay. Lo que sí, si el acuerdo de paz no prospera, naturalmente que las perspectivas sobre la economía se hacen más malas de lo que uno habría pensado.

Colombia tiene un problema de logística muy importante. Hay retailers chilenos que dicen que un container de China a  Buenaventura, que es el puerto principal, cuesta menos dinero que llevarlo de Buenaventura a Bogotá, producto de las demoras por la mala calidad de los caminos. Todo eso es consecuencia de la guerra, que hizo que grandes áreas del país no se hayan desarrollado.

Por otro lado, hay otros sectores económicos como agricultura y forestal que no se han podido desarrollar y ahí el problema es la seguridad. Mientras no haya un proceso de paz o de terminación de la guerrilla ciertas áreas de negocio seguirán siendo difíciles de desarrollar.

-¿Si se hubiera aprobado el acuerdo de paz el domingo, las empresas chilenas hubieran aumentado sus inversiones allá rápidamente, más de lo que lo han hecho?

-Hoy Colombia es uno de los lugares preferidos de la inversión chilena y creo que eso se habría mantenido. En la medida en que se fueran activando nuevas áreas de desarrollo, seguramente aparecerían más inversiones hacia adelante. Espero que una vez que se obtenga en forma definitiva el acuerdo así suceda con la economía colombiana en general y con las inversiones chilenas.

-¿En lo inmediato las inversiones chilenas se alejan de Colombia?

-No. Para nada. Esto deja la situación como estaba, pero aún con la esperanza de que se pueda obtener este beneficio adicional de la paz.

-Usted que ha visitado Colombia en distintos períodos de tiempo… ¿Ha visto muchas diferencias en cómo se manejaban aspectos como la seguridad de las personas y los propios ejecutivos de compañías relevantes?

-Participo en empresas en Colombia desde principios de los 90 y el cambio ha sido enorme. En esa época había que andar en autos blindados, con guardias personales, y hoy nada de eso se ve. Las ciudades son bastante seguras, se mantienen algunos controles y medidas que son superiores a las que uno podría ver en Chile, pero las ciudades han cambiado su nivel de seguridad muy fuertemente.

-Colombia viene enfrentando una desaceleración económica ¿Cómo le pega este plebiscito a la economía? ¿Se habría recuperado más rápido si la votación hubiera sido positiva?

-Es difícil de predecir. La economía colombiana está en picada, al igual que muchos otros países latinoamericanos, ha bajado su crecimiento, tiene algunos problemas fiscales porque los productos que producen han bajado de precio. En la medida que eso sucede, indudablemente que eso afecta las finanzas fiscales y el crecimiento…

-Allá también se estudia una reforma tributaria…

-Se espera una reforma para mantener la clasificación de riesgo que tiene el país. No sé si esta situación va a cambiar la decisión del gobierno en esta materia.

-Las expectativas sobre una recuperación de la economía tras este acuerdo eran altas…

-Todo el mundo tenía una expectativa positiva de que esto resultara y que permitiera a Colombia dar un nuevo salto. Cuando el presidente Uribe comenzó a controlar la guerrilla en su gobierno y la redujo a una expresión menor, le dio un tremendo impulso a la economía colombiana. Este acuerdo de paz podría significar un segundo impulso, no sólo porque daba más seguridad, sino porque abre nuevas zonas que hoy están completamente abandonadas y sin ley, donde la fuerza pública y el Estado es muy débil, y por otro lado, permitía avanzar en todo lo que es infraestructura, incluyendo los oleoductos que hasta hace poco eran muy atacados. Todo eso hacía pensar en un shock positivo de actividad en adelante.

“No se debe perder la oportunidad de paz”

-¿Cree que finalmente se logre un acuerdo de paz?

-Tanto las FARC, como el gobierno, y quienes triunfaron con el No, han dicho que ninguno de ellos quiere terminar con el acuerdo, sino que lo que quieren es cambiar algunos de los acápites para tratar de alcanzar un mejor acuerdo. La pregunta es si esa negociación será posible y fructífera para lograr un resultado que sea aceptable para todas las partes. Eso está recién iniciándose y es un nuevo capítulo difícil de prever. El que todos estén en la misma posición, por lo menos, abre una esperanza de que no se debe perder la oportunidad de paz y para ello hay que basarse en el acuerdo al que ya se ha llegado, haciéndole modificaciones y no partiendo de cero. Hay que recordar que este acuerdo tardó seis años.

-Por eso mismo, el proceso que viene podría tardar también harto tiempo…

-No lo sé. Hay algunas razones que apuntan a que esto debiera tener una mayor rapidez, pero no lo sé. Es todo muy difícil de prever. La situación actual es bien especial, porque la guerrilla está en una tregua con el gobierno. No sé cuánto tiempo se pueda mantener eso sin que haya algún evento bélico, por lo que imagino que todos querrán avanzar lo más rápido posible.

-Usted que participó de la firma en Cartagena ¿es efectivo que nunca se habló de un Plan B?

-El propio presidente Santos declaró públicamente que no había un Plan B. Todo indicaba que tanto el gobierno como la oposición estaban claros en que iba a ganar el Sí. De hecho, hay muchas cosas del acuerdo de paz que se empezaron a implementar con anticipación. Por ejemplo, toda la fuerza de Naciones Unidas ya está desplegada en las zonas en que las FARC se concentraban, incluyendo los militares chilenos, y ya hubo la entrega de una cantidad muy grande de explosivos.

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