La adquisisión de Time Warner por parte de AT&T, que fue revelada este sábado, deberá enfrentarse a una fiscalización por parte de los organismos que aseguran la libre cometencia.

Ésto luego de que comenzaran a surgir advertencias de monopolio por la envergadura de la operación, que tiene un costo de US$85.400 millones y que se enmarca como una de las más grandes de este año. 

Con la fusión de ambas compañías se creará una gigante de las telecomunicaciones que reunirá a importantes actores del rubro, lo que preocupa a las autoridades ante un posible monopolio. "Una compra de Time Warner de parte de AT&T potencialmente representará significativos temas antimonopolio, que el subcomité examinará cuidadosamente", afirmó en Efe Mile Lee,  presidente del Subcomité que se encarga de estos temas en el senado estadounidense.

El llamado del senador republicano fue en conjunto con la demócrata Amy Klobuschar, quienes indicaron que la operación será revisada "cuidadosamente" para cersiorarse que el negocio no afecte a los consumidores.

Ante las preocupaciones de las autoridades, el director de AT&T, Randall Stephenson indicó que las aprensiones de las autoridades serán "adecuadamente resueltas".  El ejecutivo aseguró también que la adquisición no elimina al competidos sino que integra un generador de contenidos.

Pero las críticas ante esta fusión no han venido solo desde el Gobierno, sino que también desde los candidatos a la presidencia. Donald Trump indicó que la operación podía  "destruir la democracia" y desde el ala demócrata, Tom Kaine, candidato a la vicepresidencia asegurpó en la cadena NBC que "tenemos que llegar al fondo de este asunto". Kaine también indicó que "menos concentración, creo, generalmente es más útil, especialmente en los medios de comunicación".

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