Tal como esperaba el mercado el Banco Central elevó la proyección de crecimiento de la economía chilena para este año. En su Informe de Política Monetaria (IPoM) el ente emisor fijó la expansión del PIB en un rango de 8,5% -9,5% lo que se compara con el 6%-7% proyectado en el informe de marzo.

Pero no todo son buenas noticias, ya que rebajó lo esperado para el 2022 de un rango de entre 3% y 4% a uno de 2% y 3%, mientras que para el 2023 lo recortó de 2,5%-3,5% a 1,75%-2,75%.

"La recuperación de la actividad ha sorprendido positivamente en los primeros meses del 2021, reflejando el fuerte impulso macroeconómico y la mejor adaptación de la economía a las restricciones sanitarias", planteó la entidad en su reporte, destacando que el consumo privado ha aumentado con fuerza, alimentado por los retiros de ahorros previsionales y las masivas transferencias fiscales.

A ello, precisó el análisis, se agregan las reformas recién aprobadas, con lo que la expansión fiscal será "significativamente superior" a la prevista en marzo.

De ahí que la suma del mejor desempeño reciente y el aumento del impulso al gasto, en un contexto de condiciones externas más favorables, "llevan a un importante aumento del crecimiento proyectado para este año".

Pese a este panorama más positivo, el banco advirtió que la percepción general se mantiene marcada por la evolución de los contagios y las cuarentenas, el importante rezago de algunos sectores, las fragilidades en el mercado del trabajo y la persistencia de una alta incertidumbre.

"El mercado financiero ha reaccionado al conjunto de desarrollos locales, y se observa un aumento de las tasas largas mientras sus símiles externos permanecen estables, una caída de la bolsa y aumentos moderados del riesgo soberano", afirmó.

Dada el mayor crecimiento de este año, el IPoM contempla que el cierre de la amplia brecha de actividad que generó la crisis del Covid-19, lo que hará menos necesario que el impulso monetario apoye la recuperación de la economía, por lo que éste debería comenzar a moderarse antes de lo previsto en marzo.

Esto evitará que un aumento de la inflación —actualmente en torno a 3,5%— eleve el costo de la vida y erosione el poder de compra de los hogares más afectados por la crisis. Aun así, se anticipa que, en el escenario central, la Tasa de Política Monetaria estará por debajo de su nivel neutral durante todo el horizonte de política, apuntalando un proceso de recuperación que seguirá enfrentando importantes desafíos.

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