AFP

América Latina terminará el año 2016 en contracción de 1,1% para iniciar una recuperación en 2017, aunque esa reanudación del crecimiento deberá estar apoyada en una expansión de su capacidad exportadora, de acuerdo con el informe semestral del Banco Mundial para la región.

"La desaceleración regional parece estar llegando a su fin, y se espera que la tasa de crecimiento promedio se vuelva positiva en 2017", para alcanzar un 1,8%, expresó el economista jefe del BM para América Latina, Augusto de la Torre.

Este "panorama positivo" para el próximo año está "expuesto a riesgos a la baja que son resultado de un ambiente global turbulento y plagado de incertezas".

En líneas generales, esta previsión del Banco Mundial coincide con la que fue divulgada en la víspera por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé una retracción de 0,6% en América Latina este año y un repunte de 1,6% en 2017.

Fmi ve que Latinoamérica tendrá una recesión más profunda

Sin embargo, para de la Torre, la manutención del impulso hacia el crecimiento tendrá que apoyarse en un mayor volumen de exportaciones.

"Debemos hacer hincapié en la necesidad de un gran giro en los recursos (...) hacia la producción de bienes y servicios que se comercialicen en el mercado internacional, esto es, hacia actividades transables", expresó.

En este escenario, dijo el funcionario, "la realidad mundial no está ayudando".

Para de la Torre, los precios internacionales de las commodities tradicionales de América Latina seguirán bajos, así como el precio del petróleo, y China seguirá "creciendo alrededor de 6% al año, y no más a 11%, como lo hacía hasta hace poco".

El volumen global del comercio se está aplanando, dijo de la Torre, como consecuencia de la tendencia en el crecimiento chino.

Así, la región ya no podrá depender de su demanda interna para sostener crecimiento, y buscar "consumidores externos" será fundamental para seguir sosteniendo la economía.

En su informe "El Gran Cambio: restaurar el crecimiento a través del comercio", el BM señala que economías importantes de Sudamérica (como Argentina y Brasil), que son las que más sufrieron con la caída en precios de commodities, aún requieren de ajustes macroeconómicos a esa "nueva normalidad".

Para el banco, la "sostenibilidad de largo plazo en la naciente recuperación exportadora de Sudamérica dependerá de su calidad, y no apenas de su cantidad"

terminará el año 2016 en contracción de 1,1% para iniciar una recuperación en 2017, aunque esa reanudación del crecimiento deberá estar apoyada en una expansión de su capacidad exportadora, de acuerdo con el informe semestral del Banco Mundial para la región.

"La desaceleración regional parece estar llegando a su fin, y se espera que la tasa de crecimiento promedio se vuelva positiva en 2017", para alcanzar un 1,8%, expresó el economista jefe del BM para América Latina, Augusto de la Torre.

Este "panorama positivo" para el próximo año está "expuesto a riesgos a la baja que son resultado de un ambiente global turbulento y plagado de incertezas".

En líneas generales, esta previsión del Banco Mundial coincide con la que fue divulgada en la víspera por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé una retracción de 0,6% en América Latina este año y un repunte de 1,6% en 2017.

Sin embargo, para de la Torre, la manutención del impulso hacia el crecimiento tendrá que apoyarse en un mayor volumen de exportaciones.

"Debemos hacer hincapié en la necesidad de un gran giro en los recursos (...) hacia la producción de bienes y servicios que se comercialicen en el mercado internacional, esto es, hacia actividades transables", expresó.

En este escenario, dijo el funcionario, "la realidad mundial no está ayudando".

Para de la Torre, los precios internacionales de las commodities tradicionales de América Latina seguirán bajos, así como el precio del petróleo, y China seguirá "creciendo alrededor de 6% al año, y no más a 11%, como lo hacía hasta hace poco".

El volumen global del comercio se está aplanando, dijo de la Torre, como consecuencia de la tendencia en el crecimiento chino.

Así, la región ya no podrá depender de su demanda interna para sostener crecimiento, y buscar "consumidores externos" será fundamental para seguir sosteniendo la economía.

En su informe "El Gran Cambio: restaurar el crecimiento a través del comercio", el BM señala que economías importantes de Sudamérica (como Argentina y Brasil), que son las que más sufrieron con la caída en precios de commodities, aún requieren de ajustes macroeconómicos a esa "nueva normalidad".

Para el banco, la "sostenibilidad de largo plazo en la naciente recuperación exportadora de Sudamérica dependerá de su calidad, y no apenas de su cantidad".

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