¿Atascos de tráfico y avenidas principales sin la menor sombra de humo?

Es a lo que aspiran los defensores de los vehículos eléctricos y unos cuantos países ya se han propuesto fechas límite para conseguirlo.

Según los medios de comunicación británicos, Reino Unido es el último en sumarse a esta iniciativa.

El gobierno revelará este miércoles su plan para mejorar la calidad del aire, que según ha filtrado la prensa, incluirá la prohibición de los automóviles con motor de gasolina y diésel a partir de 2040.

Los detalles de cómo el Ejecutivo piensa alcanzar este objetivo aún están por desvelarse.

Pero muchos esperan que la medida sea lo más parecida posible a la que anunció Francia a principios de mes.

El gobierno de Emmanuel Macron tiene proyectado vetar la venta de vehículos que funcionen hidrocarburos ese mismo año.

Su objetivo es que el país sea carbón neutral en 2050. Es decir, que no emita más dióxido de carbono que el que absorbe de la atmósfera.

Una meta que comparte con Reino Unido.

La apuesta por la electricidad

Estos no son los únicos Estados que han declarado sus intenciones de poner fecha de caducidad a la gasolina y el diésel en una apuesta por los vehículos eléctricos.

Noruega se marcó el año pasado como objetivo que en 2025 el 100% de las ventas de automóviles correspondieran a modelos eléctricos o híbridos, aunque esto no implica ninguna prohibición explícita.

Medidas parecidas también han sido ampliamente discutidas en India y en los Países Bajos, donde aún están siendo sopesadas por las autoridades.

La idea también ha sido lanzada en otras naciones como China y Alemania, aunque de momento no hay perspectivas de que se vaya a materializar pronto en ninguna.

En todos estos territorios, el motivo es el mismo: reducir la contaminación.

Cuestión de salud

Algunos gobiernos ven el asunto como una cuestión de vida o muerte.

Un portavoz del Ejecutivo británico calificó la mala calidad del aire como "el riesgo medioambiental más grande".

Alrededor de 40.000 de sus ciudadanos fallecen cada año de forma prematura a causa de las partículas dañinas que hay en la atmósfera.

En países como India, la cifra asciende a 1,1 millones, según un estudio publicado a principios de año por los institutos de investigación estadounidenses Health Effects Institute e Institute of Health Metrics and Evaluation.

China es el mayor contaminante del mundo y no es extraño en sus grandes ciudades ver gente con máscaras intentando protegerse de la polución.

Pero muchos se preguntan si las metas que estos países se están trazando son realistas.

Subvenciones

La compra de vehículos eléctricos en Reino Unido apenas se sitúa en el 4% del total de automóviles que se venden cada año.

Elevar este pequeño porcentaje al 100% en sólo 23 años va a resultar desafiante.

En Francia, la situación es similar: sólo el 1,2% de los carros que se venden son eléctricos y el 3,5%, híbridos.

El gobierno admitió que tendrá que destinar subvenciones a quienes tengan menores ingresos para que puedan reemplazar sus vehículos más contaminantes.

En este aspecto, Noruega parece tenerlo más fácil. Es el país donde más crece la venta de estos vehículos, que en junio pasado alcanzaron la cifra récord del 42% de las nuevas matrículas.

Marcas como Tesla han contribuido a que los carros eléctricos ganen popularidad en los últimos años, pero entre lo que uno quiere y lo que puede comprar suele haber un trecho.

El precio es uno de los mayores inconvenientes, ya que los automóviles eléctricos suelen costar más que los que funcionan con gasolina o con diésel.

A este se suman otros obstáculos como la escasez de estaciones de recarga en comparación con la extendida red de gasolineras y la menor autonomía que ofrece la electricidad frente a los hidrocarburos, que permiten conducir durante más tiempo.

Aún así, la industria automotriz ha tomado nota y fabricantes como Renault y Volkswagen han incrementado su producción de carros eléctricos.

Volvo fue un paso más allá y anunció este mes que a partir de 2019 sólo montará vehículos de cero emisiones.

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