El famoso Foro Económico Mundial de Davos arrancó este año con algo inesperado.

Un puñado de asistentes millonarios reunidos en la ciudad suiza están pidiendo a los líderes mundiales que aborden la crisis del costo de vida aumentando los impuestos para personas como ellos.

El domingo salieron a la calle junto con activistas de izquierda para pedir sistemas fiscales más justos en todo el mundo.

Los líderes políticos y empresariales se reunieron en el primer Foro Económico Mundial (WEF) en persona desde que comenzó la pandemia.

Sin embargo, siguen aumentando las críticas sobre la forma en que los ricos se han visto beneficiados en los últimos dos años.

"Mientras el resto del mundo se derrumba bajo el peso de una crisis económica, los multimillonarios y los líderes mundiales se reúnen en este recinto privado para debatir sobre cosas que harán historia", dijo el millonario británico Phil White.

"Es indignante que nuestros líderes políticos escuchen a quienes más tienen. Son precisamente quienes menos saben sobre el impacto económico de esta crisis y muchos de ellos pagan impuestos increíblemente bajos. El único resultado creíble de esta conferencia es gravar a los más ricos y hacerlo ahora".

White, que representa a un grupo llamado Patriotic Millionaires, hizo su fortuna como consultor de negocios.

Dijo que se uniría a los activistas de izquierda y los activistas contra la pobreza que abogan por un cambio en la reunión anual de empresarios influyentes y líderes políticos porque el sistema económico actual está fracasando.

Durante la última década, un número creciente de millonarios y multimillonarios en Estados Unidos y Europa se han pronunciado, pidiendo a los gobiernos que impongan impuestos más altos, incluidos gravámenes sobre la riqueza de los más ricos.

Aunque solo un pequeño número de millonarios estuvo en Davos para asistir a la protesta, los activistas enviaron una carta abierta a todos los delegados de Davos, firmada por simpatizantes millonarios en varios países.

Marlene Engelhorn, otra millonaria en la protesta, dijo: "Como alguien que ha disfrutado de los beneficios de la riqueza toda mi vida, sé lo sesgada que está nuestra economía y no puedo seguir sentada y esperando que alguien, en algún lugar, haga algo".

"Hemos llegado al final del camino cuando otras 250 millones de personas se verán empujadas a la pobreza extrema este año".

La organización benéfica Oxfam, que publica cada año un informe sobre la desigualdad durante el foro de Davos, afirma que en los últimos dos años se ha creado un nuevo multimillonario cada 30 horas.

En el otro extremo del espectro de ingresos, Oxfam espera que alrededor de un millón de personas caigan en la pobreza extrema cada 33 horas este año, dijo a la BBC la directora ejecutiva internacional de la organización benéfica, Gabriela Bucher.

"La desigualdad entre los países se ha ido reduciendo en las últimas dos décadas", dijo.

"Durante la pandemia volvió a aumentar y las cifras que estamos viendo ahora indican que vamos hacia direcciones extremas que están creando estas condiciones catastróficas y que se reflejan en la vida de las personas".

Los precios de la energía comenzaron a subir hacia fines del año pasado, pero crecieron más abruptamente después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Los precios de los alimentos y otros bienes también son marcadamente más altos.

Las tensiones geopolíticas están dificultando la resolución de las tensiones comerciales y el crecimiento se ha desacelerado en gran parte del mundo.

Los países más ricos del mundo crecieron colectivamente solo un 0,1% en los primeros tres meses de este año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con Estados Unidos, Italia y Japón contrayéndose en el trimestre, y Francia experimentando un crecimiento cero.

La economía del Reino Unido creció un 0,8%.

Antes de la reunión del WEF, la jefa del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo que la economía mundial enfrentaba una "confluencia de calamidades" con la fragmentación del comercio.

Esta reunión del WEF se celebra más tarde de lo habitual, lo que significa que los 2.000 líderes, expertos y empresarios que asistirán no podrán disfrutar del esquí en su tiempo libre en la estación suiza.

Los temas de la agenda incluyen la guerra en Ucrania, la recuperación de la pandemia y el cambio climático.

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