Tras la caída del valor de criptomoneda más popular de internet, puede que algunos estén pensando en cambiarla por dinero real antes de que sea demasiado tarde.

Bitcoin pasó de valer US$20.000 a bajar a los poco más de US$11.000 el 22 de diciembre, aunque esta semana se estabilizó en US$15.000, según el mercado luxemburgués Bitstamp.

La idea de la criptomoneda es que no son billetes ni monedas en estado físico, sino que circula en la red.

Pero lo que se paga por él sí es dinero de verdad y quizás hay alguien que quiere recuperarlo antes de que, como apuntan algunos, "estalle la burbuja".

Comprar y vender bitcoins no es demasiado complicado, pero hacer que su valor se traslade a tu cuenta bancaria puede resultar más difícil.

Hay que recordar que lo primero que tiene que hacer todo el mundo cuando tiene bitcoins o criptomonedas es crear un monedero donde guardarlas.

En estas carteras digitales se almacenan las claves necesarias para acceder a la cuantía que tengas registrada bajo una determinada dirección.

Una vez tienes los monederos puedes empezar a operar en el mercado para gastarlos, intercambiarlos u obtener dinero real.

Aquí repasamos tres de las maneras más comunes para que puedas hacerlo:

1. Mercado de divisas

Como si se tratase de un mercado donde se compran y venden monedas de diferentes países, las plataformas de cambio de dinero digital (conocidas como exchange) son lugares de compra venta de bitcoins y otras monedas virtuales.

Una de las más populares es Coinbase, que llegó a suspender operaciones tras el desplome de btcoin el viernes pasado.

Si todo funciona perfectamente, en estas plataformas lo único que deberás hacer es seleccionar la cartera de la que quieres extraer el dinero, asignar la cantidad y vender.

Si el destino es una cuenta PayPal obtendrás el dinero en la divisa elegida de forma instantánea y en cuatro o siete días si eliges recibirlo en tu cuenta bancaria.

2. Cartera de papel

Hay quien prefiere guardar las criptomonedas offline para evitar los cibertaaques y lo hace en las llamadas carteras o monederos de papel.

Tener tus criptomonedas fuera de la red las hace más seguras, pero también agrega un paso más a la hora de cambiarlas por efectivo.

Los monederos de papel no son más que una hoja que incluye la clave privada que te da acceso a tu bitcoin para que evitar que la moneda fluctúe en la red, más vulnerable a los robos.

Una vez hayas obtenido acceso deberás poner a circular tu criptomoneda en internet para ponerla en un monedero digital.

Lo difícil aquí es que no todas las carteras digitales admiten las criptomonedas que vienen de un monedero offline.

Una vez lo consigas tienes que trasladarlo a una cartera admitida por Coinbase y a partir de ahí solo has de seguir el punto anterior para conseguir un ingreso en tu cuenta.

3. Cartera "fría"

Las carteras frías o hardware son un sistema aún más complicado, que hace más difícil hacer que tu dinero se materialice en efectivo.

Se trata de dispositivos de almacenamiento externo especialmente diseñados para guardar tu bitcoin de forma segura.

Para sacarlo del disco duro y verterlo en internet lo más probable es que debas utilizar el software específico que proporciona el propio dispositivo.

Una vez en internet se repite lo anterior, debes poner la cantidad deseada en una cartera digital y a partir de ahí acceder a una plataforma de cambio digital que revierta las bitcoins en efectivo.

Lo complicado es que no todas las carteras digitales admiten el dinero que viene de una cartera fría al igual que no aceptan el proveniente de una cartera en papel.

Cuanto más proteges tus bitcoins, convertirlos en billetes se hace más complicado.

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