Son más pequeños pero cuestan lo mismo. O más.

Desde hace algunos años consumidores en diferentes países vienen notando que al acudir al supermercado algunos de sus productos favoritos aparecen en presentaciones más reducidas en peso o volumen, pero conservando los precios de antes.

En el mundo anglosajón, el fenómeno ha sido bautizado como "shrinkflation" (algo así como "reduflación", una mezcla de reducción con inflación) y ha generado malestar.

En Reino Unido, se ha hecho muy visible en la sección de dulces y chocolates.

Para medir este fenómeno, la BBC analizó durante los últimos cuatro años 19 productos de distintos fabricantes y descubrió que 18 de ellos habían sufrido reducciones en su presentación.

Varios países de América Latina también han experimentado desde hace algunos años la "reduflación".

"Más aire que producto"

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes de México (ANPEC), asegura que en su país esta tendencia afecta a los productos de alto consumo en general que son ofrecidos en presentaciones más pequeñas y en envolturas distintas a las originales.

Apunta que el fenómeno es evidente en panes, snacks, frituras, cereales, aceites, atún, aceitunas, suavizantes de tela, detergentes y refrescos, entre otros.

Indica que algunos rubros como el atún y las aceitunas, que antes se vendían en latas, ahora se comercializan en bolsas plásticas.

"La consistencia y los sabores también varían. No sabemos si esos cambios apuntan a favor de la calidad o no pero si es claro que son distintos a las presentaciones originales", subraya Rivera en conversación con BBC Mundo.

"Pero a la gente no le queda claro qué ventaja hay en ello. Al contrario, se dan cuenta de que sale más caro. Un reclamo de muchos consumidores es que las bolsitas de las frituras ahora traen más aire que producto", afirma.

Vanesa Ruiz, gerente general del Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba (Argentina), asegura que la "reduflación" la vienen detectando desde hace tiempo.

"Muchas empresas realizan esto de forma paulatina como una forma de ahorro, porque esas reducciones pequeñas en cada producto significan un beneficio importante para ellos", le dice a BBC Mundo.

Indica que este fenómeno lo han registrado en productos como las golosinas, los lácteos, o las galletas. "Las legumbres que venían en presentaciones de 500 gramos pasaron a 400 gramos y, en algunos casos, a 350 o 340 gramos. Los paquetes de galletas que tradicionalmente eran de 140 gramos ahora contienen 103 gramos", explica.

"En el caso del yogurt, antes su presentación era de un litro y ahora es de un kilo, por lo que algunos consumidores creen que no ha habido cambio pero la cantidad no es la misma. Son aumentos de precio encubiertos", añade.

Giovani Fletcher, presidente del Instituto Panameño de Derechos de los Consumidores y Usuarios, le asegura a BBC Mundo queen su país se ha producido una "reducción significativa"tanto en los productos de marcas propias que ofrecen los supermercados como en los que proceden de proveedores externos.

"Esto se nota especialmente en los enlatados, en las conservas, en la leche, en productos como la pasta de tomate".

Fletcher considera que este fenómeno afecta los derechos de los consumidores al reducir de forma inmediata su capacidad de compra y cuestionó que los productores se valieran de "cualquier excusa" para justificar los incrementos en los precios.

Por su parte, Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores de Venezuela, señala que en su país -que sufre la mayor inflación de América Latina- más que registrarse una reducción del tamaño de la presentación de los productos se produce una merma de su calidad.

"Se altera la relación precio-calidad. Cada vez los productos valen más, pero con una menor calidad, sobre todo en sus empaques", dice a BBC Mundo.

¿Qué pasa con los precios?

Con frecuencia los fabricantes culpan de la "reduflación" al aumento de los costos de los ingredientes.

Mondelez International, el fabricante de los chocolates Toblerone, dijo que había asumido los cambios en los costos "durante el mayor tiempo posible" antes de decidir encoger en Reino Unido el tamaño de sus emblemáticos triángulos.

Nestlé, otro fabricante de dulces, ha asegurado que en ocasiones redujo el peso de sus productos para disminuir las calorías o para equiparar el proceso de producción en distintos países.

Otras compañías apuntan a problemas cambiarios, concretamente, a la pérdida de poder adquisitivo de la moneda en el país donde operan.

Independientemente de si se trata de fluctuaciones en la tasa de cambio o intentos por reducir los riesgos de sufrir diabetes u obesidad, los fabricantes aseguran que ofrecen a los consumidores valor por su dinero.

Cuauhtémoc Rivera, de la ANPEC, asegura que en México la "reduflación" surgió impulsada por una fuerte caída del poder de compra de los consumidores.

"Las empresas están buscando abrir su portafolio para colocar sus productos al alcance de los distintos bolsillos con estas presentaciones de sus productos con cantidades menores", señala.

Apunta, sin embargo, que estos cambios derivan en un mayor costo al consumidor que termina por darse cuenta que el producto que está comprando ahora ya no le rinde tanto como antes.

En la evaluación que hizo la BBC sobre los dulces y chocolates en Reino Unido se midieron dos variables: el precio por 100 gramos y el precio pagado en caja por producto.

Entonces se detectó que 4 de los 19 productos evaluados registraron reducciones de precio por 100 gramos, mientras otros aumentaron de forma marcada.

Pero quizá muchos consumidores se preocuparán simplemente por lo que ocurra con el precio que ellos pagan por cada paquete o barra. En ese caso, el análisis de la BBC demostró que 9 de los 19 productos redujeron su precio aunque esto no siempre fue proporcional a las reducciones de contenido.

Así que, al menos en Reino Unido, mientras la "reducción" es evidente, la "inflación" (o mejor dicho el aumento de precios implícito) está produciéndose, aunque no tanto.

 

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