La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados retomó ayer el debate de los cuatro proyectos que dicen relación con el retiro de fondos de las AFP, entre los cuales se establece un segundo de 10%, cuyo destino es de una total incertidumbre.

En la ocasión, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, invitado a exponer junto con el presidente del Banco Central Mario Marcel, advirtió que de aprobarse un rescate adicional, el efecto acumulado de ambos reduciría la pensión de cada afiliado en un promedio de 23% y, adicionalmente, importaría al Estado un costo fiscal cercano a los US$ 4.000 millones.

Tras hacer un largo recorrido de los beneficios que el Estado ha entregado a las familias que han perdido o disminuido drásticamente sus ingresos a raíz de la pandemia, el jefe de la billetera fiscal se enfocó en los efectos que puede traer consigo un segundo retiro de fondos.

En tal sentido, explicó que no es estrictamente cierto que el retiro de los fondos afecte sólo recursos privados, ya que también se genera un pasivo fiscal importante.

Ello, debido a que de producirse un segundo rescate en las mismas condiciones del primero, "estamos hablando de un costo fiscal, en términos de mayores gastos a futuro y menores ingresos por la vía tributaria, cercano a los US$ 4.000 millones", advirtió Briones.

Dos tercios de los 6 puntos se "esfuman"

El ministro también abordó de lleno el debate de la reforma de pensiones, asegurando que "sabemos que tenemos un problema estructural ahí". Pero más allá de las diferencias existentes en orden a cómo se repartirá los 6 puntos porcentuales de cotización adicional, subrayó que el primer retiro "equivale a subir en dos puntos porcentuales la tasa de cotización". Es decir, precisó, "si hoy estamos hablando de 6 puntos de cotización, dado el primer retiro, yo necesitaría subirlo en dos puntos adicionales, a ocho puntos, para compensar". Y acotó que si se va a un segundo, "estamos hablando de subir en 1,8 puntos porcentuales la tasa de cotización".

Por lo que, abundó, prácticamente dos tercios de los seis puntos se "esfuman" con un segundo retiro.

Es por eso, recalcó que "es incompatible proponer un retiro que debilita las pensiones con simultáneamente hacer un esfuerzo hacia una reforma previsional que fortalezca, robustezca, aumente las pensiones".

El jefe de las finanzas públicas hizo también un recuento de los efectos del primer retiro, en el cual casi dos millones de ellos agotaron su saldo; quienes retiraron más del 10% de su saldo representan el 45% del total; y se estima que ese retiro implica una disminución de 13% en la pensión proyectada de los afiliados.

Mientras que el segundo retiro va a favorecer a personas de más altos ingresos, que tienen mayor saldo en sus cuentas. De manera que 2,3 millones de afiliados retiraría la totalidad de su saldo, lo que generaría que cerca de 4,2 millones de personas quedarían sin ahorro.

Transferencias más efectivas

Por su parte, el presidente del Banco Central fue categórico en que las transferencias de parte del Fisco son mucho más efectivas que el retiro de fondos y en que el costo fiscal de la medida será más alto, porque los afiliados que retirarían ahora, están más concentrados en los tramos de ingresos que están afectos al impuesto a la renta.

En cuanto al impacto sobre el mercado financiero, explicó que un segundo retiro sería más amplio que en el primero, porque tendrá que comenzar a liquidarse una mayor proporción de activos locales y, además, se abrirá la expectativa de otros.

Entonces, añadió Marcel, "la posibilidad de aislar el mercado de bonos corporativos o el mercado de renta variable de los retiros será mucho más limitada y el impacto puede ser mayor. Con la dificultad adicional que estos son activos que nosotros, como Banco Central, no podemos comprar". Esto, sin considerar aún "los impactos de una medida de este tipo sobre la viabilidad de una reforma previsional", alertó Marcel.

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