Mientras la aerolínea colombiana Avianca acaba de concretar su declaración de quiebra, las firmas que operan en Chile mantienen sus negociaciones con el gobierno. Saben que el Ejecutivo debe sortear las ayudas para compañías medianas y pequeñas, y por lo mismo están a la espera de que ello ocurra con celeridad, de modo de establecer con claridad el tipo de ayuda que recibirán las grandes.

Un paquete específico para aerolíneas, como querían en un comienzo, no se concretará, sino que estarán incluidas en un plan que abarcará a todas las empresas estratégicas, que según fuentes de Palacio, funcionará con garantías del Estado.

En un acontecido sector, representantes de firmas como Latam y Jetsmart, ya se preparan para volar en los nuevos tiempos. Mientras, la DGAC anunciará en los próximos días facilidades de pago de las tasas de aeropuertos. Una suerte de salvavidas, toda vez que en la actualidad las líneas aéreas funcionan a muy baja capacidad, y parte importante de la flota está en suelo.  

A la espera de los protocolos de Salud que aún no llegan, advierten desde las compañías, las líneas aéreas ya diseñan sus propias medidas de manera de persuadir a las personas que volar seguirá siendo seguro, a pesar del coronavirus. Por lo mismo, las normas de higiene se han intensificado de manera que los aviones más que limpiarse en cada vuelo, se desinfectan de manera mucho más profunda, y todos los días, se establecen procesos químicos, de manera que los productos sanitizadores queden impregnados en los suelos, “para que el aire esté igual que en un quirófano”, recalcan desde Jetsmart, que desde mayo opera 14 de sus 42 rutas al interior de Chile. 

Pero el plan es bastante más ambicioso. “Tenemos contempladas medidas de bioseguridad y biosafty (cuidados de higiene) con una serie de protocolos que hemos bautizado como compromiso Smart, que incluyen filtros, desinfección en cada vuelo antes de la limpieza diaria de aeronaves, y en adición concretar las medidas que adoprte el Ministerio de Salud”, afirma Estuardo Ortiz, gerente general de Jetsmart.

Por lo mismo, en la línea de bajo costo, ya establecieron que quienes quieran volar deberán hacerlo con un “pasaporte sanitario”, de modo de dar tranquilidad a los demás pasajeros que quienes están arriba del avión se encuentran sanos e inmunes. Así, cada persona deberá rellenar un formulario que será una declaración jurada, tal como el que hoy se realiza ante el SAG.

Además importaron un paquete importante de termómetros de larga duración porque será una regla que además de tomarse la temperatura al llegar a un aeropuerto, como ocurre en casi todas partes del mundo, cada pasajero lo deberá hacer justo al ingresar a la nave, lo que genera una especie de doble chequeo, clave en estos tiempos.

Es más: en la aerolínea esperan que los tests rápidos se masifiquen luego, de manera de poder incluso concretar exámenes a pasajeros “sospechosos”.

Reducir intermediarios

En Latam, por ejemplo, los esfuerzos están enfocados en evitar los contagios en los aeropuertos, porque varios han denunciado que hay más contagios ahí que al interior de los aviones. Por lo mismo, explican fuentes de la compañía, están “concentrados en todos los procedimientos de manera que no se generen colas, para lo cual estarán señalizados los lugares en donde las personas deberán hacer sus check in, y llamaremos a embarcar por tramos, de manera de resguardar el distanciamiento social”.

Asimismo en Latam han optado por intercalar a los pasajeros en los asientos, y dejar siempre uno vacío al medio. Además a partir del miércoles 13 de mayo será obligatorio el uso de mascarillas, y en las empresas de bajo costo, que incluyen a Ski y Jestmart, la idea es que las personas realicen sus embarques sin tener que pasar el boleto o el celular, al momento de ingresar a los aviones, de forma de evitar intermediarios. Por lo mismo hasta el menú será un código que cada persona podrá bajar en su celular, para que si alguien quiere pedir comida, lo pueda hacer directamente sin que tener que tocar un papel, que haya pasado por distintas manos.

En las líneas áreas piensan que el flujo de pasajeros se recuperará dentro de 2 años, y que en el corto plazo las personas optarán por viajar distancias cortas y en sus países, porque una buena parte de ellos están exigiendo cuarentenas al ingresar al extranjero, como Nueva Zelandia, Australia y Francia.

Por ahora, en Argentina prohibieron vender pasajes hasta septiembre, por lo que en la práctica las empresas no podrán vender tickets hasta octubre próximo. Si bien la autoridad sanitaria no se ha manifestado al respecto en nuestro país, hay preocupación en la industria de que normas como ésas se repliquen en Chile, lo que pone cuesta arriba un negocio, que al interior de las compañías recalcan, no saben cuánto tiempo más subsistirá.

Por lo pronto el respaldo del ejecutivo no alcanzaría para saldar la compleja situación de Latam, por lo que representantes de la firma apuestan que una ayuda más importante vendrá desde Brasil, primero, y luego desde Argentina, donde tienen parte importante de su operación.

Es precisamente en este último país, donde Jetsmart enfrenta varias complicaciones, como la solicitud que hizo el gobierno argentino de cerrar el aeropuerto de Palomar, exclusivo de las aerolíneas low costs, que es precisamente el que utiliza la aerolínea, lo que vendría a complicar aún más el negocio de una firma que hoy traslada 80 mil pasajeros cuando en tiempos normales transporta 800 mil personas.

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