La desconfianza del mercado es total con Argentina y se reflejó con los duros informes y recortes de clasificación (hasta el punto de default en algunos casos) propiciados por las clasificadoras Fitch, Moody´s y S&P en las últimas horas.  Con lo anterior se le colocan más presión a los activos trasandinos que han vivido un verdadero sangramiento tras la categórica derrota de Mauricio Macri en las primarias presidenciales ante Alberto Fernández. 

En una nueva jornada para que los inversionistas digieran lo que pasa al otro lado de la cordillera, el riesgo país sigue disparándose y el indicador que es realizado por JPMorgan trepó 261 unidades y quedó en 2.533 puntos, su mayor valor desde 2005. 

Un fiel reflejo de lo que ha sido esta crisis es el peso argentino. La moneda ha perdido en lo que va del año más de 35% frente al dólar (se podría decir que los argentinos son 35% más pobres). Si bien ayer el valor de la divisa norteamericana cerró estable en 60 pesos tras la intervención del banco central cuando el tipo de cambio llegaba a 62 pesos, en la jornada de hoy nuevamente terminó al alza, por lo que el dólar minorista se cotizó en 61 pesos en las pantallas del Banco Nación. 

Al menos las acciones se salvaron de la negra jornada, ya que los inversionistas apostaron por las duramente castigadas acciones. Con ello el Merval terminó la última sesión de la semana subiendo 2,55%.

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