La volatilidad de los mercados internacionales, un último trimestre del terror y las crecientes ansiedades de los inversionistas dejaron su marca en la riqueza global el año pasado, con una desaceleración del crecimiento de los patrimonios invertibles. Y Chile no fue la excepción.

Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) que mide la riqueza de las personas a través de los activos líquidos invertibles −sin considerar participaciones controladoras en empresas ni tenencias de inmuebles− mostró una caída entre el cierre de 2017 y el fin de 2018, pasando de US$ 538 mil millones a US$ 493 mil millones.

¿Eso significa que los chilenos han perdido dinero? No, señala el socio senior y managing director de la consultora Federico Muxí. Con una subida relevante del peso chileno −el dólar cerró 2017 en torno a los $ 615 y el año pasado sobre los $ 690−, la contracción de riqueza se debe al efecto cambiario, dado que las cifras se miden en moneda estadounidense, destaca el análisis de la consultora.

"La riqueza en Chile medida a tipo de cambio constante, creció un 3% entre 2017 y 2018", agrega el ejecutivo.

A nivel de segmentación, el estudio arrojó que 140 personas tienen más de US$ 100 millones líquidos invertibles, mientras que el grueso, más de 13 millones de chilenos, tienen hasta US$ 100 mil en patrimonio invertible.

El primer grupo concentra un 18% de la riqueza en el país, mientras que el segundo tiene un 47%.

Mirando la cifra total, señala Muxí, en Chile alrededor de la mitad de la riqueza está en los fondos de pensiones. Esto se concentra entre las personas de bajo patrimonio, según sus cifras.

"Es una particularidad de Chile que tiene un sistema de cobro de pensión muy desarrollado. El más desarrollado de toda la región", acota el ejecutivo.

En el caso de los hogares de alto patrimonio, los que tienen más de US$ 1 millón invertible, la clase favorita de activos son los fondos mutuos, en los que está invertido el 40% de la riqueza de este segmento. Le siguen acciones, con un 25% y bonos con un 10%. El 25% restante consta de las demás categorías de inversión, como activos alternativos, derivados y productos estructurados, ETF y money market.

"Si comparo eso con el resto de la región, Chile tiene una mayor preponderancia de fondos mutuos. En Latinoamérica, el fondo mutuo es más o menos del 30%", señala Muxí.

Mirando hacia adelante, en BCG proyectan un crecimiento anual de la riqueza en Chile, que llevaría la suma global a US$ 700 mil millones en 2023, en parte por el crecimiento esperado para el país, lo que generaría un impulso para el ahorro, y en parte por la apreciación de las inversiones existentes, que se valorizan en virtud de su rendimiento.

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