El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, golpeó la mesa y lo hizo nada menos que en el Palacio de La Moneda. El secretario de Estado le respondió al presidente de Renovación Nacional (RN), Mario Desbordes, quien pidió desechar la integración para aprobar la reforma tributaria.

En los patios de Palacio tras participar en el Comité Político con los jefes de partido y de bancadas oficialistas, Larraín desestimó la petición del timonel de RN.

"La integración es una parte central de nuestro proyecto de modernización tributaria", aseguró Larraín, mientras que pidió a los parlamentarios "escuchar" la voz de las Pyme y también "entender" los efectos que produce la integración.

"La integración va a tener un efecto de mejorar una serie de problemas que tenemos hoy en nuestro sistema tributario", lanzó el titular de las finanzas públicas.

"La modernización tributaria que hemos planteado es absolutamente esencial para que tengamos un despegue del crecimiento y de la inversión,  del empleo. Ha sido analizada en detalle por organismos internacionales que han planteado que, tal como está, incluyendo puntos centrales como son la integración, es absolutamente central. Ha sido valorada por organismos internacionales como la OCDE, el FMI", agregó el ministro Larraín.

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