El Banco Central optó por no sorprender al mercado, al menos en la dosis de recortes y la dirección de la política monetaria.

En su Reunión de Política Monetaria (RPM) de abril, el instituto emisor acordó recortar en 75 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM), para llevarla a un 6,5%.

Así, la entidad se ubica en la media de los analistas, en circunstancias que se debatía entre los especialistas si era necesario un ajuste de 50 puntos base, en medio de inflaciones que han superado lo esperado y registros de actividad económica que dan cuenta de un inicio de año mejor a lo esperado.

En específico, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un avance mensual de 0,6% en febrero, por sobre las expectativas de los analistas y llevando la serie referencial empalmada a un 3,6% en doce meses, superior al 3,2% de enero. Adicionalmente, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) creció un 2,5% en enero y 4,5% en febrero, ambas cifras muy por encima del consenso.

La decisión fue adoptada por la unanimidad de los consejeros -a diferencia de la reunión de enero, cuando se redujo en 100 puntos la TPM- y se da ad portas de la presentación del Informe de Política Monetaria (IPoM) mañana miércoles.

El sesgo del comunicado del instituto emisor anticipa nuevas bajas de tasas, aunque dependientes a la información macroeconómica que los consejeros vayan recibiendo.

"El Consejo prevé que, en línea con el escenario central del IPoM de marzo, la TPM seguirá reduciéndose. La magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación", señaló el Consejo en el comunicado.

El tono contrasta con la reunión de enero, la última realizada por el banco, cuando el Consejo señaló que consideraba que la convergencia de la inflación a la meta de 3% se materializaría antes que lo previsto en el IPoM de diciembre y que la TPM llegaría a su nivel neutral durante la segunda parte de 2024. "La magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación", señalaba la entidad entonces.

Perspectivas de IPC ancladas... pero cautela

El emisor reconoció en su análisis que el IPC en enero y febrero "superó lo previsto", explicando que hubo algunos factores detrás, como la depreciación del tipo de cambio, alzas de precios externos y reajustes de algunos precios locales.

"La variación anual de la medición subyacente -sin volátiles- bajó a 4,2% anual (4,3% en enero). Respecto de las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se ubican en 3%", recalcaron los consejeros.

En cuanto a la economía local, el banco observó que se han ido cerrando los "significativos desbalances macroeconómicos" de años previos, la inflación ha tenido un "rápido descenso" y está en niveles más cercanos al 3%, al mismo tiempo que las expectativas de inflación están alineadas con la meta.

"Sin embargo, el alza de los registros inflacionarios en la partida del año y las mayores presiones de costos importados enfatizan la necesidad de seguir monitoreando de cerca su evolución. En la medida que los shocks que afectan la inflación sean transitorios, el marco de política monetaria basado en una meta a dos años plazo permite acomodarlos dentro del horizonte de política sin poner en riesgo la convergencia inflacionaria", señaló el emisor en el comunicado, poniendo una nota de cautela respecto a la persistencia de los altos precios internos.

Una economía a dos velocidades

Otro de los análisis del banco recogidos en el comunicado es que las cifras de cierre del 2023 e inicios de este año muestran un "contrapunto" entre una actividad "algo mejor que lo previsto" y una demanda "más débil".

"Las Cuentas Nacionales de 2023 mostraron que el consumo tuvo un desempeño por debajo de lo esperado a lo largo del año y que la inversión cayó significativamente en el segundo semestre, particularmente en sus componentes transables. En lo que va de 2024, los datos de Imacec han mostrado un crecimiento por sobre lo esperado. Esto se asocia principalmente a factores de oferta y un mayor impulso externo, aunque también incidieron los servicios", agregaron los consejeros.

El mercado laboral, continuaron, mantiene coherencia con la trayectoria del ciclo. La ocupación y la participación laboral han continuado con una mejora "gradual", con una tasa de desocupación que sigue algo por sobre su promedio histórico.

"Las expectativas económicas de los hogares y empresas han mejorado levemente en lo que va del año, aunque se mantienen en terreno pesimista", observaron los consejeros.

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