Por AFP

Volkswagen se declaró culpable de fraude y de obstaculizar a la justicia en Estados Unidos en el marco del escándalo denominado Dieselgate.

El primer fabricante mundial de autos se declara así conforme al acuerdo anunciado a principios de enero con el departamento de Justicia, que puso fin a las demandas, a cambio, entre otras cosas, del pago de una multa de 2.800 millones de dólares.

Además, Volkswagen aceptó pagar en total US$ 23 mil millones Estados Unidos, para indemnizar a unos 600 mil propietarios de autos y reparar los daños causados al medio ambiente por sus motores diesel.

En septiembre de 2015, Volkswagen había reconocido que había equipado 11 millones de sus vehículos en el mundo (600 mil de ellos en EEUU) con un programa informático que falsificaba el nivel de emisiones de gases contaminantes durante los controles de emisiones.

"Volkswagen lamenta profundamente el comportamiento que llevó a la crisis del diésel. Los acuerdos que hemos firmado con las autoridades estadounidenses reflejan nuestra decisión de hacer frente a los fraudes, que están en oposición a los valores más caros de Volkswagen", indicó el grupo en un comunicado.

Seis ejecutivos de la empresa, uno de los cuales está detenido en Estados Unidos, se mantienen inculpados en el país en el marco de este caso.

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