La llegada de Mario Marcel al sillón principal del Banco Central (BC) en reemplazo de Rodrigo Vergara se dará en un periodo de cambios en los mercados globales que han repercutido en Chile y donde el recién electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene un rol protagónico.

El economista asumirá el próximo 10 de diciembre, justo en los días previos a la reunión en que el Consejo del BC deberá decidir el camino que tomará la política monetaria en Chile. La caída de la inflación a niveles dentro del rango meta del ente emisor y el débil crecimiento de la economía hacían pensar a una parte del mercado que sería en dicha reunión donde se decidiera reducir la tasa de interés. Pero la llegada del magnate a la Casa Blanca congelaron dichas expectativas.

La semana siguiente, Marcel será el encargado de dar a conocer ante el Senado el Informe de Política Monetaria (Ipom) del BC. Esta será la ocasión donde la entidad dará a conocer sus perspectivas del entorno económico y financiero a nivel local e internacional, además de su previsión respecto del consumo, inversión y empleo en el país.

¿Pero cuál será el panorama económico que deberá enfrentar Marcel una vez asuma la presidencia del Banco Central?  Expertos entregan algunas claves: 

Alza de las tasas de interés a largo plazo  

Antonio Moncado, economista y analista de estudios en BCI Corporate & Investment Banking planteó que el plan de gasto fiscal que quiere impulsar Trump es bastante ambicioso y requerirá mucho financiamiento. “El mercado está capturando esa idea como una mayor oferta de bonos dentro del mercado. Cuando tienes eso, las tasas de largo plazo tienden a aumentar. Eso ha hecho que en el plano local también las tasas de largo plazo se hayan visto incrementadas en hasta 30 puntos base respecto a lo que teníamos hace algunas semanas atrás”.

De acuerdo al economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, el alza de las tasas de interés de largo plazo es un fenómeno que no se visualizaba desde hace un tiempo. “Si realmente se concreta el plan fiscal de Trump, lo más probable es que tengamos una economía americana con más deuda, por lo tanto, vamos a tener una Reserva Federal de EEUU que posiblemente se vaya algo más rápido en materia de política monetaria. Esos son elementos que el BC tendrá que considerar”.

Para Rojas, este movimiento al alza de las tasas a largo plazo va a llevar a que paulatinamente los capitales tiendan a salir de economías emergentes. "Colombia, Chile o Brasil son economías que recibieron montos importantes de ingreso de capital en la primera parte del año que hizo que sus monedas se apreciaran". 

El economista de Pacífico Macroeconomía y Finanzas, Igal Madgenzo advirtió que eso implicará condiciones financieras más restrictivas para Chile, lo que pueda llamar a la cautela a algunos agentes del mercado respecto de la necesidad de afianzar la expansibilidad de la política monetaria en nuestro país. “Es posible que se entienda así en la medida que se crea que hay una relación entre la dirección de las tasas en Estados Unidos y en Chile, pero ese vínculo no siempre ha existido en el pasado y no tendría por qué existir ahora”.

Fortalecimiento del dólar

El comportamiento al alza de los tipos de cambio es otro de los efectos que ha provocado la elección de Trump. De acuerdo a Rojas, la apreciación del dólar podría generar más inflación en algunos países y los bancos centrales deberán responder a ese escenario. “Probablemente van a tener que subir las tasas de interés para defender sus monedas”, explicó. En el caso de Chile, estimó que “la posibilidad que nos acerquemos a un dólar en torno a $700 es mucho más probable a que volvamos a $650”.

Sin embargo, Madgenzo expresó que la posibilidad de una depreciación del peso estaría afectando “injustificadamente” en el sesgo de la política monetaria en nuestro país por los eventuales efectos adversos que tendría sobre la inflación. “Justamente una depreciación del peso es lo que uno quiere para que haya expansividad en el política monetaria y poder sujetar el ciclo económico”.

Pese a esto, Moncado reconoce que, a diferencia de otros mercados emergentes, en Chile la fortaleza del dólar a nivel global se ha visto contrarrestado por el incremento del precio del cobre en los mercados internacionales. “El alza del precio del cobre contuvo de cierta manera la apreciación del dólar y con ello no tuvimos un tipo de cambio muy depreciado”, afirmó.

El analista de BCI va más allá y planteó que una eventual alza del tipo de cambio por movimientos al alza de la política monetaria en EEUU no tendría mayor impacto en el plano local. “Creo que el valor actual de la paridad ya incorpora ese incremento. Lo que debiéramos ver de aquí a fin de año un dólar en torno a $680”, aseguró.

¿Cuándo debería hacer efectivo el BC la baja de la tasa de interés?

Para Patricio Rojas un alza del tipo de cambio podría tener efectos inflacionarios que podrían ser suavizados por la débil actividad económica. “La demanda está lenta por lo tanto no se puede traspasar todo a precio con el aumento del tipo de cambio”.

Por esta razón, el investigador asociado del CEP reconoció que todavía es temprano para ver qué va a suceder. “Hay que evaluar ese escenario y luego ver si el BC tiene capacidad para poder bajar la tasa o probablemente mantenerla por un periodo más prolongado y dejar atrás las expectativas de baja de tasas que hoy el mercado tiene hacia la primera parte de 2017. Probablemente su comportamiento será mantener la tasa en 3,5% y postergar lo más posible el alza para no quedar tan desalineado con la Reserva Federal”.

En tanto, Antonio Moncado admitió que si el BC quiere seguir la norma de años anteriores, “tendría que esperar al Ipom y anunciar ahí su cambio sobre supuesto de trabajo sobre la TPM y en la reunión siguiente introducir el sesgo de política. Sin embargo, hemos visto que al interior del consejo del BC  hay una discrepancia importante respecto a cuándo ejecutar los recortes y uno de los más reticentes a ejecutar esa política era Rodrigo Vergara”.

Por esta razón, el master en economía de la Universidad de Georgetown cree que dicho cambio de fuerzas en el Consejo haría más propicio que el BC realice el cambio de sesgo en la reunión de diciembre. “Lo cierto es que durante el primer trimestre del próximo año deberían concretarse dos recortes en la tasa y mantenerla en torno a 3% en todo lo que reste de 2017”.

Más tajante, Igal Madgenzo estima que el cambio de sesgo hacia uno más expansivo se daría en la reunión del próximo mes y, dependiendo de cómo evolucionen las variables, “enero es el mes más  probable para que se concrete dicha rebaja en la TPM”.

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