El camino hacia la sostenibilidad es, fundamentalmente, un desafío cultural. Y en Pronto Copec, este principio se ha convertido en un pilar de su identidad, donde concluyeron que liderar un cambio real no solo implica transformar operaciones internas, sino también influir en la conciencia de las personas que pasan, día a día, por alguna de sus tiendas distribuidas en todo el país.

Para ello, han impulsado una estrategia de gestión integral de residuos. Esta visión no se limita a un único modelo, sino que combina iniciativas de economía circular con procesos de revalorización y reciclaje, buscando transformar desechos en recursos y reducir al mínimo lo que se descarta.

Todos estos esfuerzos convergen en una meta interna ambiciosa: “Ser Cero Residuos al 2029”. El objetivo es claro: evitar que los desechos generados en la operación terminen en rellenos sanitarios. Esto se logra a través de múltiples vías: desde proyectos circulares donde el residuo vuelve a la tienda o el reciclaje tradicional de envases, hasta la valorización de materiales como el aceite de fritura, que luego es utilizado como insumo para biodiésel. Sin embargo, para materializar este desafío, la transformación empieza con los colaboradores, considerados un actor clave en la estrategia.

“Sabemos que este desafío es cultural. Nuestra meta 'Cero Residuos' no se logra sólo con contenedores de distintos residuos , sino integrando la sostenibilidad como una forma de operar en el día a día. Por eso, nuestros colaboradores son el principal actor de esta transformación, donde han asumido un rol activo en este cambio”, comenta María José López, gerenta de Crecimiento Estratégico y Sostenibilidad de Pronto Copec.

Con el mundo interno de la empresa activamente preocupado de este objetivo, el desafío se está extendiendo al consumidor. Con 500 tiendas distribuidas a lo largo del país, la compañía busca que las personas que la visitan “vivan ese compromiso”, detalló López. En ese sentido, se ha optimizado el modelo de gestión de residuos de cara al cliente, por ejemplo, con la implementación de contenedores de reciclaje en  93 tiendas gracias a nuestras alianzas con empresas como Rembre, Ambipar y Armony. Esto permite una separación eficiente de los residuos mediante compartimientos para residuos reciclables y otro para basura general, facilitando que el consumidor juegue un papel fundamental.

Ya no se trata de empresa y consumidor. Ahora, las decisiones diarias de los clientes, como utilizar correctamente esos contenedores o preferir los envases 100% reciclables que la empresa impulsa, también impactan directamente en el éxito del modelo de “Cero Residuos”.

Resultados que cierran el círculo

La sinergia entre la operación y los consumidores ya muestra resultados medibles. Entre junio de 2022 y julio de 2025, se gestionaron un total de 2.166 toneladas de residuos reciclables (cartones, plásticos, metales y vidrio). Estos materiales son procesados por aliados estratégicos, lo que ha asegurado su posterior revalorización.

El destino de algunos de estos productos demuestra la circularidad en acción. Al respecto, María José López explica que esto es posible incluso en una operación de gran escala, ejemplo de esto es el proyecto que se desarrolla con Food for Future y Avícola Coliumo.

"Transformamos un residuo en un recurso valioso: los residuos orgánicos de nuestras tiendas se utilizan para alimentar larvas de mosca soldado negro, que luego se convierten en proteína de alta calidad nutricional para animales. Esta harina de alto valor nutricional es utilizada en parte para alimentar a las gallinas de Avícola Coliumo, cuyos huevos vuelven a nuestras tiendas a través de nuestras preparaciones de desayunos, cerrando un ciclo completo de revalorización que partió como piloto y hoy opera en 43 tiendas", detalla López.

Además, en 5 tiendas, los juegos infantiles están fabricados con un 38% de bidones de agua reciclados de las propias estaciones, y los pisos se elaboraron a partir de neumáticos en desuso reciclados.

Los avances a la fecha reflejan un proceso que se ha ido construyendo paso a paso, con consistencia y aprendizaje. Y ahora, más que nunca, une a empresas, colaboradores y consumidores en una meta:  lograr una tasa de desvío del 90% de los residuos generados de aquí a 2029 para ser Cero Residuos.

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