Lejos la preocupación más importante en Palacio, por estos días, es cómo “salvar” a las empresas sumergidas en la contingencia: el primer paso fue garantizar liquidez a las pymes, que no tenían muchos días para subsistir.

Ahora, el tema que analizan en el gobierno, y que comienzan a darle forma, es cómo respaldar a las compañías medianas y grandes, que no son las grandes multinacionales, sino que cadenas de restaurantes, tours operadores, agencias, cines, hoteles, o los mismos casinos que hoy deben tener cerradas sus puertas y que necesitan además de refinanciamiento de créditos con los bancos, que el Estado les dé garantías para acceder a capital fresco para pagar los gastos fijos de su operación, desde arriendo o sueldos, y cuya necesidad entonces no solo es postergar pagos, sino que recursos, que garantizados por el estado, les permita acceder a la banca. Un diseño que permitiría, además, mantener la cadena de pago. 

Para que todo esto suceda, ya han habido conversaciones entre el gobierno, los bancos y la Comisión Para el Mercado Financiero, las cuales se han mantenido en total reserva. Son 100 mil millones de dólares que están colocados en créditos comerciales. Según fuentes de mercado, hasta un quinto de ese monto se verá afectado por la crisis. Es la parte más relevante de las nuevas acciones que concretará Hacienda, porque “rescatando a estas empresas, también se resguarda el empleo”, dicen en Palacio. 

Los boleteros

En La Moneda también hay buena disposición para analizar la situación de los independientes que boletean, pero se analizará caso a caso. Todos aquellos que tienen ingresos considerables que se vean disminuidos, se las tendrán que arreglar solos. Porque el rescate vendría para los boleteros con menos recursos, aunque en el gobierno aseguran que la ayuda no será vía un bono, como han planteado algunos, sino por medio de un plan que funcione con el mismo principio del seguro de cesantía para los trabajadores a quienes le congelarán la remuneración, que accederán a esos recursos que ellos mismos han ahorrado por muchos años.

En el caso de los independientes, la idea es asegurar recursos contra ahorros futuros. En simple, que esos recursos que reciban esas personas del Estado no sean un regalo, sino que un préstamo que deberán devolver, por ejemplo, con una sobretasa de cotización en los años futuros, la cual el mismo SII se encargaría de recaudar.

 

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