Este jueves, China siguió devaluando su moneda nacional, el yuan, y con ello trajo más preocupaciones a los mercados internacionales acerca de una posible guerra económica. Los índices bursátiles cayeron en cerca de siete por ciento, contagiando a otras bolsas del mundo en un día negro. El índica DAX, por ejemplo, cayó debajo de la barrera psicológica de los 10.000 puntos.

Presumiblemente, la economía china creció solo siete por ciento en 2015. Para naciones industriales como Alemania, esto traería una gran ganancia. Para China, en cambio, sería el crecimiento más bajo en 25 años. La producción industrial en la segunda economía nacional más grande, después de la de Estados Unidos, cayó en diciembre por décimo mes consecutivo. Por temor a que se siga enfriando la economía china, los inversionistas sacaron dinero del país. Esto hundió al yuan a su nivel más bajo desde 2010.

Pronóstico reservado

Todas estas son malas noticias, no solo para China sino para el resto del mundo. ¿Pasará ese país a ser el freno de la economía mundial, después de que durante años fue el motor? La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, considera que el peligro es real. Según ella, el titubeante rendimiento de la economía china es una causa fundamental de que el crecimiento económico mundial tenga un ritmo “decepcionante”.

El Banco Mundial también corrigió a la baja su pronóstico de crecimiento económico global para 2016, de 3,3 a 2,9 por ciento. Esto es provocado por un débil desempeño económico coyuntural en algunas de las llamadas economías emergentes. Para China, el BM ve una ralentización en el crecimiento, que va de un 6,9 por ciento el año pasado, a un 6,7 para este año. “Pero aún existe el riesgo de que el enfriamiento de la economía china sea más acelerado que lo previsto”, dijo Ayhan Kose, director del Banco Mundial.

 “Enorme factor de riesgo”

 “Quizá debemos acostumbrarnos a que la economía crezca más lentamente, luego de que una potencia como China registró durante mucho tiempo un crecimiento sostenido”, dijo el presidente del Instituto de la Economía Mundial de Kiel, Dennis Snower. “Es posible que la fase de auge chino esté llegando lentamente a su fin”.

China “se ha convertido en un enorme factor de riesgo”, aseguró a su vez el presidente de la Cámara Alemana de Comercio Exterior, Anton Börner. La tendencia reciente constituye “una gran amenaza para la estabilidad de la economía mundial”. La situación de la industria china es “desoladora” y “los chinos no tienen la situación bajo control”, agregó Börner.

Oficialmente, el crecimiento de la economía china fue de siete por ciento. Pero uno de los problemas es que, contrario a lo que sucedió en otros países, en China no fueron corregidos muchos indicadores económicos. Así, expertos del Commerzbank estiman que el crecimiento económico chino se ubica actualmente en tan solo 5,5 por ciento. Factores como la sobrada capacidad del sector industrial, el alto endeudamiento y la “inadecuada” situación demográfica de China hacen que la economía china muestre una tendencia a seguirse debilitando en los próximos años.

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