Las aguas están movidas al interior de la  corredora de bolsa Nevasa. Luego de 26 años de sociedad, el 7 de octubre pasado la compañía informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que uno de sus socios, Carlos García Huidobro, dejaba su cargo de director en la Administradora General de Fondos del grupo.

Hasta ahí, el hecho no llamó mayormente la atención del mercado. No se explicaban las razones de su salida, pero la carta enviada a la autoridad añadía que su reemplazo sería Felipe Achondo.

Pero la trama detrás de esta salida conlleva un conflicto un poco mayor: un divorcio entre los socios de la corredora, donde participan Eduardo Muñoz Vivaldi –que además es vicepresidente de la Bolsa de Comercio de Santiago-; Carlos Marín Correa, parte de la familia Marín, ex accionistas mayoritarios de CGE; y Ramiro Fernández, que entró a la firma originalmente como gerente general, cuando Carlos García Huidobro dejó ese cargo en 2010. El conflicto se origina por diferencias en el  modo de hacer negocios.

Así lo cuentan desde el interior de la firma. “Él era partidario de una visión mucho más transaccional, de generar ingresos por esa vía, con harta operación de compra y venta, muy trader, y el resto opinaba que la forma de generar ingresos debía venir por la administración de fondos de clientes”, describe uno de los socios.

Pero esas diferencias eran “vivibles”, agrega. El problema surgió cuando se descubrieron hacia fines de septiembre pasado una serie de transacciones de las que el resto no tenía conocimiento y que afectaban los fondos de la cuenta propia de los socios de la corredora. Esos movimientos, según se cuenta, habrían producido pérdidas en el patrimonio de los socios, lo que propició la salida definitiva de García Huidobro.  

“Aquí sucedió un problema societario. Acotado. No hay robo, ni estafa, ni perjuicios a terceros. Es solo un tema entre socios”, se apresura en aclarar el socio que prefiere no ser individualizado. La salida de García Huidobro ha tratado de manejarse con cuidado en la corredora, sobre todo por  el nerviosismo con que aún está el mercado tras conocerse el fraude al interior de la administradora de fondos Aurus Capital. Por eso, desde la firma recalcan una y otra vez que aquí no hay afectación de fondos de terceros.

Lo que sí hay es un proceso de separación de socios en marcha. En ello han estado enfocados en las últimas semanas, porque la salida de García Huidobro involucra la valorización de su 7,5% de participación en la corredora, pero además, del resarcimiento de las pérdidas generadas en las transacciones no autorizadas.

Ese acuerdo aún no se alcanza, razón por la cual aún no se ha informa de los cambios societarios a la SVS, ni a la Bolsa de Santiago. 

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