Bloomberg

Otra semana, otro susto de la industria automovilística alemana.

Lo que comenzó con un llamado a revisión masivo de Daimler AG de más de 3 millones de vehículos diésel para reducir sus emisiones terminó el viernes con un anuncio de Audi de que también iniciará un retiro voluntario de 850.000 vehículos. Para empeorar las ya malas noticias, un informe en la revista Der Spiegel señaló que los mayores fabricantes de automóviles -Daimler, BMW AG y Volkswagen AG, así como las marcas Audi y Porsche de VW- podrían haber colaborado durante décadas en tecnología. Las compañías se negaron a comentar.

Las acciones de BMW, VW y Daimler cayeron tras el informe, que citó un documento presentado por Volkswagen en julio de 2016 e hizo referencia a otro de Daimler. La oficina alemana del sector dijo en una declaración que inspeccionó las automotrices el año pasado como parte de una investigación sobre un posible cartel del acero. No detalló un posible seguimiento sobre tecnología automotriz, diciendo que no puede comentar sobre investigaciones en curso.

Desde hace casi dos años, la industria automovilística alemana ha intentado salir de la sombra del escándalo de diésel que estalló primero en VW y le ha costo miles de millones en multas y desde entonces ha amenazado con arrastrar a otros fabricantes de automóviles, manchando la imagen de la ingeniería alemana y perjudicando a la industria que está entre los principales empleadores del país. El escándalo se produce cuando los fabricantes de automóviles luchan con un cambio tecnológico sin precedentes en la industria, con compradores inclinándose a los automóviles electrónicos producidos por Tesla Inc. o Toyota Motor Corp. y fabricantes alemanes tratando de ponerse al día con la tendencia de vehículos con batería.

200 empleados

Según el informe de Spiegel, las cinco marcas de automóviles alemanas se reunieron a partir de los años 90 para coordinar las actividades relacionadas con su tecnología de vehículos, costos, proveedores y estrategia, así como controles de emisiones en motores diésel. Las discusiones involucraron a más de 200 empleados en 60 grupos de trabajo en áreas como el desarrollo de autos, gasolina y motores diésel, frenos y transmisiones. Las conversaciones pudieron también haber implicado el tamaño de los tanques para el líquido AdBlue para los automóviles diésel, dijo la revista.

"Estas acusaciones se ven muy serias y significarían más de 20 años de posible confabulación", dijo Juergen Pieper, un analista con sede en Fráncfort de Bankhaus Metzler. "Parece haber una historia interminable de malas noticias sobre el mal comportamiento de la industria".

Las acciones de Volkswagen cayeron hasta 4,9 por ciento, mientras que las de Daimler, el fabricante de vehículos de Mercedes-Benz, bajaron hasta 3,2 por ciento mientras BMW se deslizó 3,4 por ciento.

El artículo de Spiegel dijo que uno de los objetivos de la confabulación era obstruir la competencia, siendo que los fabricantes se habrían puesto de acuerdo en los costos de los componentes o detalles técnicos, como los techos convertibles.

"Las acusaciones son muy detalladas, por lo que es poco probable que haya tanto humo sin fuego", dijo Christian Ludwig, un analista de Bankhaus Lampe en Alemania, que calcula que las multas podrían llegar a los miles de millones. "En el ambiente actual, eso es otro golpe".

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